Lo que mata es la indiferencia o la necedad.

Estamos asistiendo a un grado de necedad o indiferencia ante la gravedad de esta pandemia del COVID 19.

 

Por ejemplo en la municipalidad de la Ciudad de Salta, hay ciertos funcionarios que cual patrón de estancia, están obligando a ir a trabajar, en forma presencial, a empleados que han certificado ser positivo de COVID-19.

 

Y eso es una total irresponsabilidad por parte de los que deberían evitar se propaguen los contagios por contactos estrechas. Sobre todo si tenemos en cuenta que en el Centro Cívico Municipal, las oficinas están a pleno y en muchas no hay espacios suficientes  para cumplir con el debido distanciamiento, como lo exigen los protocolos sanitarios.

 

No sé si la señora Intendenta, la “Histericia” Bettina Romero, está  en conocimiento de esto que está pasando.

 

Los empleados, por temor a ser sancionados, prefieren no decir nada. Pero lo que no se dan cuenta, estos funcionarios, o no  quieren entender que estamos ante una pandemia que exige  una razonable práctica de cuidado, para evitar que se siga propagando el virus que, por el alarmante aumento de  casos en los últimos días, se debería tomar en serio lo ordenado por el protocolo sanitario y ante cualquier duda, hay que aislar al sospechoso, por estar positivo o tener contacto estrecho.

 

Esperemos que cambie la conducta de estos funcionarios y hagan cumplir el procedimiento, como lo hicieron aquellos funcionarios de alto rango que se aislaron a la mínima sospecha de haber contraído la enfermedad.

 

Y en el plano provincial, se sigue transitando por el camino de la intransigencia de poder dar cumplimiento a lo pactado con la intergremial docente, de seguir con las clases presenciales pero con “burbujas” en cada aula.

 

Si bien en los establecimientos educativo de gestión estatal se da cumplimiento a esa modalidad de presencialidad, en el sector de los colegios privados parece que tienen coronita, porque a pesar de que SADOP exigió que se lo haga, en resguardo de la salud de sus docentes y alumnos, el ministro “Fatiga” Matías Cánepa, no están dando respuesta a lo que es un justo reclamo de los docentes.

 

Según radio pasillo, desde salud se advierte  sobre ello, pero ni “Rubertiño” ni el presidente del COE quieren dar el brazo a torcer.

 

Ellos dicen que lo que está por encima de todo es la salud de los salteños; pero no  se ve que sea así. Al menos a la luz de los altos índices de contagios por el COVID-19. Los ciudadanos también tienen su parte en eso…

 

Todos somos responsables de cuidarnos y cuidar a los demás. Y vemos con preocupación que hay algunos que temerariamente desafían a la enfermedad, provocando que familiares, amigos o contactos estrechos son presos de esta grave enfermedad.

 

Nosotros cuidemos para cuidar al otro... y el gobierno que garantice eso