La exposición, de la fotógrafa Eleonora Ghioldi, se encuentra en la sala Juana Azurduy del Polo Integral de Mujeres. La misma se puede visitar hasta el 12 de octubre de lunes a viernes de 8 a 14 horas.

 Un trabajo que evidencia, desde la perspectiva de la lente, mujeres valientes que han sobrevivido al abuso sexual, se muestran tal como son en sus casas, lo que generó retratos ambientales íntimos que capturan la vulnerabilidad, la individualidad y la fuerza de cada una. El lenguaje de sus cuerpos y los detalles de sus vidas son evidencia de su dignidad y fortaleza.

 

Lo interesante de esta muestra, que le pertenece a la fotógrafa Eleonora Ghioldi,  es que ella captó momentos únicos y las fotos no tienen ningún tipo de retoque. La luz, juguetes tirados, libros en las mesas, mujeres descalzas, tomando él te, sentadas en la cama o el sillón muestran el día a día de la realidad de las víctimas. Sus testimonios demuestran que la violencia persiste en diferentes sociedades, sea la Argentina o Los Ángeles, el problema elude las generalizaciones debido a los matices presentes en cada situación.

 

Presentarlo en el Polo Integral de Mujeres no es casual, ya que es un lugar donde se concentran todos los recursos del Estado Provincial al servicio de las mujeres, y particularmente de las mujeres víctimas de violencia de género. Aquí se brinda asistencia, acompañamiento y contención. Concientizar desde el arte es un granito de arena para remover los patrones socioculturales que posicionan a las mujeres en condiciones de desigualdad. Al respecto ella opino que “es un lugar fantástico, está bueno que existan lugares que ayuden a las mujeres integralmente, las eduquen y que las acompañen, es importante que haya más lugares así”.

 

Se pueden apreciar 41 imágenes y testimonios de mujeres que su cuerpo se ha visto vulnerado; las mismas están acompañadas de audios que permiten a los espectadores compenetrarse con las historias e interpretarlas.

 

El cuerpo femenino

Durante 20 años Eleonora ha creado imágenes que son reflexiones estéticas del cuerpo femenino. Fue un trabajo largo desde sus primeras fotografías hasta “Guerreras”. Este proyecto en particular nació hace más de 6 años y conto con la ayuda de tres amigas de la fotógrafa, que le permitieron recaudar experiencias personales de violencia sexual, “las mujeres siempre nos contamos nuestras historias, necesitamos un espacio abierto para no ser juzgadas, hablar sobre nuestros puntos de vistas y la explosión me ha permitido eso”, agrego Ghioldi.

 

La artista registra la imagen y rebasa incorporando a las fotografías el sonido y los objetos que ayudaran al espectador a formular su narrativa y la potencial solución al problema de la violencia de generó.

 

La Artista

A sus 46 años, vive en Los Ángeles junto a su familia, esposo y cuatro hijos. Plena y expectante, luego de 18 años volvió a Salta (en otra oportunidad estuvo de paseo) y presentó la exposición que no solo le pertenece a ella si no a las mujeres que enseñan la importancia de no guardar silencio y jamás darse por vencidas.

 

Egresó del Colegio Nacional de Buenos Aires, aunque estudio Sociología se inclinó más por la fotografía, su maestro fue Jorge Mónaco. Emigro a los Estado Unidos, donde completo su carrera en la Universidad de California de los Ángeles. Dio clases y trabajo con renombrados fotógrafos internacionales como Helmut Newton, Donata Wenders, Andy Summers, entre otros.

 

Antes de tomar las fotos, Eleonora les pidió que se representen con una palabra, luego en los audios se puede vivenciar de alguna manera por qué se vieron reflejadas en esas expresiones como “soledad”, “fortaleza”, “sobrevivir”, “esperanza”.

 

Trabajar con perspectiva de género, con conciencia social le ha permitido construir nuevos mensajes a través del arte. “Me siento representada, es un tema que necesitamos trabajar y es importante que se dé en instancias como esta” aseguró la retratista.

 

En pleno debate sobre la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y al trabajar sobre los cuerpos de las mujeres, sobre las recurrentes historias de abuso y resiliencia la llevaron a comentar: “estoy a favor de la legalización del aborto, porque me parece importante que las diferencias sociales no afecten ese tipo de decisiones, no es justo que una mujer que no tiene acceso a un aborto en un lugar que no sea clandestino tenga otro destino, que un apersona que tenga plata”, concluyó.