Violencia laboral e internismo en tiempo de cuarentena
Hemos escuchado, de boca del propio gobernador “Rubertiño”, que esta es la hora en que debemos unir nuestros esfuerzos y voluntades, sin mezquindades de ningún tipo, con el fin de enfrentar, con éxito, los efectos tan negativos como mortales del CORONAVIRUS.
Sin dudas que esto lo dice, llamando a la oposición a su gobierno a que deje de tirar tantas “chicanas” y no busque sacar ”tajadas” para un sector político o personal, contrario al del propio gobierno provincial.
A mí, en lo particular, me parece acertado ese llamado, a la unidad y a la razonabilidad de todos los actores de la política provincial; porque el momento así lo exige.
El momento y la gravedad de esta pandemia, amerita que dejemos de lados los internismos, propios y ajenos, porque el pueblo no entiende de la ambición desmedida de político o de un funcionario, de cualquier sector de la política, cuando solo desea que las soluciones, tanto sanitarias como económicas y laborales, que los saque de esta difícil situación en que estamos viviendo todos, en el país y en el mundo. Y sobre todo cuando se necesita tener bien claros las ideas y los proyectos, para la coyuntura y para una salida manejable y posible para enfrentar la reactivación económica, social y política, de la provincia y el país. Aun teniendo en cuenta que, no hace mucho tiempo, algunos denostaban la intervención del Estado en la economía y hoy la están pidiendo o exigiendo a gritos que lo haga.
Pero lo que está pidiendo “Rubertiño”, se vuelve inconsistente y difícil de exigir, por cuanto el internismo que se ha desatado, hace que lo que EL pide no le está llegando a algunos de sus más cercanos colaboradores, que están jugando la suya, por fuera de lo que quiere el propio gobernador; generando hechos de violencia laboral, discriminación, desalentando a los que con buenas intenciones quieren hacer bien las cosas, y como les pide el “Cacique Mayor, que es “Rubertiño.”.
Es tanto este internismo, que según la famosa “Radio Pasillo”, del Grand Bourg, se supo que un importante funcionario presentó su renuncia en más de una oportunidad.
Entonces hay que recordarte a “Rubertiño”, que más que mirar la paja en el ojo ajeno, mire un poco más y advertir la viga que hay en el propio.