Seguir desburrándonos en medio de un conflicto docente no resuelto

A pesar del acuerdo alcanzado por la Intergremial docente en paritarias, donde se alcanzó el 51% para este 2021, los autoconvocados de la plaza y del interior, junto al gremio  SIPTESA, rechazaron dicho acuerdo y endurecieron sus medidas de fuerza, con paro por tiempo indeterminado, con machas, y acampes en la Plaza 9 de Julio y por último en las puertas de la casa de gobierno en el Grand Bourg.

 

Decían los autoconvocados que no solo rechazaban lo firmado por la Intergremial, sino otras de las condiciones que pusieron es que el gobierno los reconociera como interlocutores válidos para acordar sus demandas porque no los representaban los gremios que integraban la llamada INTERGREMIAL.

 

El Martes a la noche, luego de una tensa jornada de protesta frente a la casa de gobierno, y donde la policía tuvo que  hacer un corredor para que salieran los trabajadores de la casa de gobierno, finalmente fueron recibidos por el Ministro de Educación “Fatiga” Cánepa, junto al ministro de gobierno “Primero” Villada y el Secretario de trabajo, Alfredo Batule, todo parecía que  ya comenzaba el camino de la razonabilidad alcanzada mediante el dialogo, que tanto pedían, no solo los docentes sino toda la sociedad.

 

El diálogo se dio, aunque  tarde, pero se dio.

 

Pero si el dialogo es entre  sordos, es muy difícil llegar a la meta  que aspiran tanto uno como otro.

 

El tema que el gobierno demoró mucho tiempo en abrirse al diálogo. Y poco hizo para que se ganara el respeto de los docentes que, sin dudas luchaban por sus derechos a un salario digno.

 

Pero lo que no se logra mediante un plan de gobierno trazado acorde a las necesidades de una provincia, como la nuestra, que supera ampliamente la media nacional en desnutrición, desempleo y con poca capacidad para desarrollar su potencial natural y humano, es muy difícil pensar en que tenemos un futuro cierto.

 

Si un gobierno no apuesta a la educación, quiere decir que las promesas de campaña son puramente declamativas...

 

Esto que nos pasó con treinta y un días de paro docente en nuestra provincia, no es más que la consecuencia de no contar con una política educativa como razón de  Estado.

 

No digamos que este paro docente de los autoconvocados, es solamente fruto de una interna gremial, traslada al ámbito de la sociedad. Esto es fruto de la falta de planificación del gobierno  para el área. Y en consecuencia  está sufriendo los efectos de la desinversión en educación y cultura. Y sobre todo la forma anárquica de este gobierno de “Rubertiño” Sáenz, lleva  a que todo pueda darse como cada quien desea y quiera y no como lo determina la ley y los principios  del ejercicio democrático, de todos los estamentos de la sociedad.

 

Este conflicto docente puso sobre el tapete, el poco respeto por la instituciones...porque si bien los gremios docentes pueden ser parte del problema de lo que hoy nos está pasando con la docencia que está en protesta, no es tan así. Porque los gremios tienen una cláusula de revocatoria de mandatos que los trabajadores de la educación bien la pueden usar en caso de que no se sientan representados.

 

Y otra, es que en la comodidad de su casa, muchos afiliados no participan de las elecciones dentro de sus  gremios. Entonces, como dicen los que saben, con la no participación activa de los mejores, es pasto verde para los que quieren “currar”  con el gremio y hacerse dueños de los aportes de todos los afiliados.

 

Es fácil y hasta muy cómodo, exigir derechos cuando no somos capaces de mantener una organización, en este caso gremial, porque no participamos en su vida institucional. Es  más fácil  movernos y protestar en la anarquía, y donde el asambleísmo es caldo de cultivo para eternizar una propuesta y sin llegar nunca a buen término

 

La historia es muy rica en estos ejemplos. De ahí que insistimos en que es necesario que, sobre todos los docentes que son los formadores de los ciudadanos, que comiencen a ser protagonistas de sus luchas por sus derechos, dentro de las instituciones gremiales que los puedan representar. 

 

La educación es un bien sagrado para una sociedad; y el Estado debe garantizar que sea universal e inclusiva, con políticas de inversión, contención y de proyección acorde a la provincia que queremos.

 

Los niños no pueden seguir siendo rehenes de la falta de políticas educativas. Y mucho menos de la falta de criterios  por los derechos de un sector, perjudicando el de los niños y adolescentes.