Los Sin-vergüenza nos siguen mandando
Ahora estamos viendo cómo se están armando los espacios de poder para competir, el año que viene, en las elecciones provinciales, nacionales y municipales.
En nuestra provincia y sus municipios, estamos asistiendo a una nueva forma de hacer política, donde los candidatos dicen no pensar en las elecciones del año que viene (donde se eligen gobernador e intendentes), porque su objetivo está en seguir gestionando bienestar para el pueblo que tanto está atravesando una gran crisis económica.
Sin embargo, son pocos creíbles porque, a diario, nuestros gobernantes siguen dando muestras de que poco les importa lo que le pasa a la gente. Solo les importa asegurar sus espacios de poder para seguir currando con la política, a costa de la ingenuidad de muchos ciudadanos que siguen creyendo que “estamos mal...pero seguimos bien” como nos lo repetía el turco Menen, en el peor momento de su gestión presidencial.
Al principio de esta gestión, provincial o municipal, tuvieron la excusa de la Pandemia del COVID 19, y en nombre de ella se hicieron muchas cosas que fueron difíciles de controlar en las acciones de gobierno.
Para mejor, los que hoy están (ya sea a la vista de todos, como los que están detrás de bastidores) responden a una misma “casta” de políticos que usaron y usan la política para usufructuar de sus beneficios; y seguir siendo los amos del territorio que les permite negociar, incluso a nivel nacional, algunas prebendas con muchos beneficios para sí para un sector de amigos para manejar el poder de la provincia, aunque en ello tengan que sufrir, muchos salteños, los efectos negativos de su negociados
Si realmente tuvieran un poco de honestidad y amor por sus compatriotas, ya hace rato que hubiesen renunciado a sus privilegios, y muchos de los recursos que hoy faltan, para volcarlos en salud, educación, por dar ejemplos, estarían disponibles que darles una mejor calidad de vida a los salteños y argentinos.
Son los mismos que hace más de treinta años que viven mercalizando con la política, aumentando su patrimonio y de sus amigos, y la gran mayoría de los salteños siguen engrosando al fatídico número de los pobres más pobres del país.
Predican, algunos políticos o empresarios avenidos a políticos, la transparencia y calidad de gestión por un futuro mejor para los salteños, pero solo muestran que son carroñeros de la pobreza que hipócritamente dicen querer combatir.
¿Vendrá una nueva ola de honestidad y transparencia?