¡Un devaluado 17 de Octubre sin verdadera LEALTAD!!!

Si los que organizaron los distintos y a cual más pintoresco acto por el 17 de Octubre, DÍA DE LA LEALTAD, tuvieran un poco de `pudor, y vergüenza  por lo que  está pasando la gran mayoría de los argentinos, seguro que hoy estarían de rodillas ante el Señor y la Virgen del Milagro, para que los salve del terremoto que se viene.

 

 Movilizar gente, unos más otros menos, nos mostró la pobreza de las convocatoria que tienen ante un pueblo que ya está entendiendo el verdadero sentido de la LEALTAD.

 

Ya la gente está entendiendo, y lo sabe, qué significa la palabra lealtad para muchos dirigentes que se acuerdan del 17 de Octubre para querer  tocar las fibras íntimas de un sentimiento que, en estos momentos, está vacío de contenido, no digo ideológico, sino de contenido programático para  salir de la crisis socio-económica en que se está hundiendo nuestro país.

 

En cada acto que pudimos ver, ya sea de cerca o por la TV, nos imaginamos cuan grandioso seria  “celebrar” este 17 de octubre, después de 77 años de aquél histórico acto fundacional del Movimiento Nacional y Popular,  si todos hubiesen convergido en un solo acto que pusiera a la vista de todos, las verdaderas ideas de esta fecha que no son otras que  el rol protagonista de los trabajadores como los hacedores del crecimiento y desarrollo de un país más justo y equitativo para todos los habitante de esta tierra tan rica.

 

En cambio solo vimos movilizaciones espamódicas  que miraban de reojo cómo se juntaban y cantaban en otros lugares. De cómo cada acto se arrogaba la representatividad del mensaje de unidad y lealtad de un 17 de octubre con sabor a nada.

 

 Contrariamente a lo que puedan decir sus organizadores, los que estaban en la organización de estos actos, solo dieron muestra de la mezquindad que da la ambición y la intolerancia de algunos dirigentes. En ninguno de los actos se pudo escuchar una propuesta de unidad para luchar, junto al pueblo, por erradicar el alto índice de pobreza y marginalidad en que se encuentran casi el 50% de los argentinos.

 

El enemigo no es el compañero, peronista, trabajador, emprendedor, sino la miseria, la pobreza y la falta de horizontes de nuestras futuras generaciones que no avizoran ninguna oportunidad para apostar al futuro de nuestro país.

 

Lealtad es ser honestos, patriotas y comprometidos con el pueblo.