¡Y si probamos poner un CANDIDATO de verdad para el 14 de mayo!!!

 

Cuando chico, el día de las elecciones (aunque aún no votaba) era toda una fiesta. Mis viejos me decían que teníamos que participar de este acto tan importante en el ejercicio de la democracia. Si hasta se ponían bien “pitucos”, como si fueran a la iglesia para escuchar la Misa de los domingos.

 

Y ahora, todo eso se ha vuelto simples recuerdos de mucho tiempo atrás.

 

En muchos lugares donde voy, y por curiosidad pregunto qué tal les parece las elecciones del 14 de mayo próximo, en la provincia, muchos se muestran indiferentes, otros manifiestan ignorar quiénes son los candidatos para gobernador; y algunos arriesgan decir que no piensan ir a votar porque son unos impresentables los candidatos que hoy están en la vidriera.

 

Y la verdad (y lo hemos manifestado en varias oportunidades en esta columna) los candidatos parecen más bien interesados en resolver sus propios problemas personales o sectoriales, que en solucionar los problemas de la gente.

 

Lo único que se escucha, en los discursos de los políticos de hoy día, son toda clases de basuras de sus circunstanciales adversarios porque todos estuvieron antes y algunos hasta hace muy poco tiempo, en las mismas hormas de gobierno donde lo que hoy critican, estuvieron siendo partes de los problemas que hoy condenan; y nunca fueron parte de las soluciones.

 

Hoy lo que se ve son peleas entre ellos; con agresiones de muy baja estopa y desagradable para un candidato que quiere ser gobernador, senador, diputado, intendente o concejal.

 

Parafraseando un viejo dicho: “EL MUERTO SE ASUSTA DEL DEGOLLADO”. Están buscando qué basura mostrar del otro, en vez de proponer qué tiene para hacer en favor de los problemas que están padeciendo hoy nuestra gente.

 

Y, además, basta ver lo que muchos han ofrecido, desde sus puestos de gobierno (gobernador, ministros, secretarios, legislador, intendentes, etc.) y muy poco o nada tienen para ofrecer al electorado.

 

Es una lamentable pobreza de ideas y de ejemplos de conductas que la gente ya no quiere seguir creyendo, por más que ahora, queriendo su voto, intenten disfrazarse de buenos, después de haber mostrado lo NADA que hicieron por sus comprovincianos, desde su puesto de poder.

 

Esta mañana un señor, simple y sencillo, me preguntaba ¿no habrá un ciudadano con manifiesta honestidad para que lo votemos a ver si podemos cambiar esta realidad espantosa; en la cual dicen las actuales autoridades que estamos creciendo en lo económico y ascendencia social, ¿mientras la pobreza sigue creciendo hasta valores nunca antes imaginado?

 

Por eso digo que, en estas elecciones del 14 de mayo, en Salta; y con la desilusión de muchos (de todos los extractos sociales), vamos a cosechar un alto grado de ausentismo en las mesas de votaciones. Y eso me da mucha pena, porque creo que la única forma de cambiar la realidad, es participando activamente con las herramientas que nos da la democracia. Y el voto es la herramienta fundamental para proyectar un futuro mejor para nosotros y nuestra descendencia.

 

Pero aún tengo esperanza, de que podamos encontrar el equilibrio para elegir, lo mejor de lo peor.

 

No es por supuesto lo recomendable, pero los candidatos no dan otras opciones.