Ya votamos...ya elegimos... ¿hora dónde vamos?

El Domingo pasado los salteños hemos votado y hemos elegidos a nuestros gobernantes.

Y resulto electo gobernador GUSTAVO “RUBERTIÑO” SÁENZ, y en medio de la algarabía de los festejos por el triunfo, hizo un llamado a la unidad de todos los salteños para trabajar juntos para cambiar Salta. Y a esta  convocatoria, al menos en sus expresiones de deseos, se sumó su mayor contrincante el electo senador nacional y candidato a gobernador SERGIO “OSO” LEAVY.

Y así pasó con los   candidatos a intendente por la Capital donde BETINA ROMERO, electa intendenta por un amplio margen sobre el segundo DAVID LEIVA, de una se puso a disposición de aportar  ideas y proyectos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de la ciudad.

Estas elecciones, nos trajo a colación varios mensajes. Uno de ellos es que los salteños quieren un cambio profundo en sus dirigentes en funciones de gobierno. Quieren una renovación política que permita salir del estado de marginalidad en que se encuentra nuestra provincia desde los principios de nuestra historia.

De ahí que vimos como históricos y eternos intendentes, fueron boletas pero con el voto electrónico. El pueblo votó de una manera para Presidente y de otra para gobernador.

Eso quiere decir que el pueblo va madurando. Y a pesar de que algunos quieran decir que el pueblo votó solo por el bolsón o la prebenda (que no hay que descartarlo) sin dudas que si miramos bien, optó por el que le brindó mayores expectativas ante sus demandas.

 Fue una campaña plagada de slogans vacíos de contenido...solo marketing y poco o nada de propuestas claras y proyectos posibles de llevar a cabo con los datos de la realidad.

Apenas conocido los resultados de las elecciones del Domingo, el actual gobernador JUANMA lo llamó al electo gobernador para felicitarlo y a la vez de invitarlo al Grand Bourg para dar comienzo a una transición ordenada hasta el 10 de diciembre en que asumirá el cargo “GUSTAVO “RUBERTIÑO” SÁENZ.

Y también hay que decir que JUANMA cumplió su palabra, no dejó ningún sucesor, apenas un aliado en el armado de un nuevo acuerdo político donde puedan conjugar los nuevos actores que le den sangre nueva, ideas nuevas y voluntad nueva para cambiar a Salta para mejor; y que sea protagonista de un desarrollo más activo, dentro de un esquema de política nacional que nos integre social, económica y culturalmente como parte de un TODO que es el PAÍS. Aunque no descartamos que inclinó la balanza por “Rubertiño”

Seguramente algunos de los que perdieron se estarán haciendo una autocrítica. Algo que no se hizo nunca, a pesar de haber perdido, como ahora catastróficamente, como el PJ. Pero eso será motivo de otro análisis.

Lo importante que el pueblo se expresó. Ahora le toca a los gobernantes y dirigentes no defraudarlo y trabajar juntos por Salta.