¿La indiferencia es parte de la educación?

De verdad que en Salta estamos viviendo tiempos difíciles, política, económica y socialmente. Y parecería que todo el esfuerzo, al menos mediáticamente, se focaliza en el drama de las muertes de niños y estado de abandono nutricional de niños y comunidades aborígenes de nuestro norte.

 

Sin embargo, si bien es un deber del estado y de toda la sociedad darle la mayor atención y volcar todos los recursos para saldar esa deuda histórica que tenemos para con nuestros hermanos originarios, no es menos cierto que el drama de la desnutrición y muerte de niños, lo tenemos tangibles a menos de 15 cuadras de la Plaza 9 de Julio, centro de nuestra Capital provincial… y eso no se lo muestra

 

Está bien que el gobierno ponga el mayor esfuerzo en esta situación de desnutrición y muerte de nuestros niños; que ya pasó a ser una vergüenza no solo para los salteños sino para todos los argentinos y el mundo entero.

 

Entiendo que mientras el Estado provincial y nacional se quiere ocupar del tema que tanto nos duele, hay algo que no se logra poner en marcha, con la celeridad y eficiencia que ello amerita.

 

La cuestión operativa del sistema del Estado provincial, no está dando las respuestas que se espera, porque la burocracia y la indiferencia de algunos funcionarios traban la ejecución de las acciones pertinentes en estos casos.

 

Pero de esto ya lo hemos hablado, y mucho, en anteriores ediciones. Pero hay un tema que no parece tener importancia, para el gobierno provincial, cuando se trata de buscar consensuar con los gremios educativos,  el comienzo del ciclo lectivo 2020.

 

Hasta ahora, desde que asumió el ministro de Educación, no tuvo ninguna reunión formal con los gremios docentes. No hubo en encuentro formal, cara a cara, con el Ministro del área, Matías Cánepa.

 

De ahí que algunos dirigentes gremiales ya están dando el estado de alerta, porque no sólo piden acelerar las pautas a nivel salarial (que como sabemos ello depende de lo que se acuerde para el piso salarial,  en Paritaria Nacional docente) sino otros temas que hacen a la calidad laboral, y otros ítems que hacen al nivel educativo de cada nivel.

 

Todo está en compás de espera... pero a casi tres meses de haber asumido, y a solo días del inicio de clases, el ministro de Educación no tuvo tiempo de reunirse para consensuar políticas entre el gobierno y los trabajadores de la educación.

 

Se preguntan los docentes, si de verdad tiene un programa de gobierno educativo en particular que no necesita del aporte de los gremios docentes. Gremios que incluso estuvieron acompañando, y muy conforme hasta ahora, a la Secretaria de Gestión Educativa, en los procesos de titularización y designación de los cargos de los docentes.

 

¿Será que por vacaciones de los docentes no hay espacio para recibir a la dirigencia gremial docente?

 

Es cierto que se está avanzando, y según la misma dirigencia gremial docente, en otros aspectos puntuales de la estabilidad docente, pero también esperan un gesto de parte del Ministro que, de por sí,  es el representante directo de “Rubertiño” en cuestión de la política educativa de su gobierno.

 

Digo yo, ¿la indiferencia o ninguneo entra en las buenas costumbres o de buena  educación?