Siguiendo con la coherencia de los planteos realizados ante el Consejo Federal de Educación, los sindicatos nacionales docentes objetan la fecha tentativa que plantea el Gobierno para el regreso de las clases presenciales. Consideran que en muchas provincias no están dadas las condiciones. Algo que lo marcó, a nivel local, la Intergremial Docente, en las sucesivas reuniones con las autoridades educativa de la provincia, por el mismo tema, discutiendo los protocolos y las condiciones de bioseguridad en todos y cada uno de los establecimientos.
El Concejo Federal de Educación, con la aprobación del protocolo para la vuelta a las clases presenciales, puso como fecha el lunes 3 de agosto, ni bien terminadas las vacaciones de invierno. Pero pone como condición que comenzaría, solo en aquellas jurisdicciones con poca o nula circulación del virus.
Y es ahí donde los gremios docentes han puesto sus reparos, de la vuelta a clases presenciales, porque en muchos lugares, como en el caso de Salta, que tanto docentes como padres no están convencidos o con miedo de ir a trabajar o mandar a sus hijos, por cuanto en muchos establecimientos no están en condiciones de abrir para una nueva etapa del dictado de clases; no solo en cuanto a las medidas de bioseguridad, sino a cuanto a la cantidad de personal de maestranza, elementos de limpieza, y de recursos de agua y otros elementos que, en el marco de esta pandemia, el estado debe asegurar taxativamente.
Por ejemplo los gremios docentes con representación nacional ponen reparos a la intención oficial. Consideran que muchos edificios escolares no están en condiciones de cumplir con el protocolo sanitario que se elaboró en el Ministerio de Educación, que para ello debería aumentarse la inversión de tal modo que permita que durante julio, el mes que queda, se reacondicionen los establecimientos y se los abastezca de los insumos necesarios.
Sabemos que las falencias a nivel de infraestructura escolar no es de ahora, sino que es algo de vieja data. Y los gremios docentes locales (Salta) no creen que en su gran mayoría, los establecimientos se los ponga en condiciones para dar este trascendental paso de volver a las aulas en tiempos de pandemia.
Los representantes de los cinco sindicatos docentes nacionales: CTERA, UDA, AMET, CEA Y SADOP
Los representantes de los cinco sindicatos docentes nacionales: CTERA, UDA, AMET, CEA Y SADOP
Recordemos que el miércoles pasado, las autoridades presentaron el protocolo que hoy fuera aprobado en el seno del Consejo Federal de Educación. Protocolo que estuvo a cargo del nuevo consejo asesor para la planificación del regreso a las aulas, un órgano plural compuesto por ministros provinciales, representantes de colegios privados, infectólogos, especialistas en seguridad e higiene, pedagogos e incluso los mismos sindicatos docentes.
El protocolo contempla distintas pautas: insumos de higiene obligatorios (agua potable, jabón, alcohol en gel), distanciamiento de por lo menos 1,5 metros, tapabocas en todo momento, entre otras. Las provincias podrán definir sus propias reglas, pero solo si ellas implican medidas más rigurosas, nunca más laxas.
“Nosotros participamos de la reunión del consejo donde se presentó el protocolo marco. Ahora estamos trabajando para adaptarlo a cada provincia y estamos viendo que hay realidades muy disímiles en todo el país. En principio, nos parece complicada la vuelta tal como están las cosas hoy. Hacen falta muchos recursos para poner en condiciones todas las escuelas. En un mes es poco probable que se pueda lograr a menos que se disponga un aumento significativo en la inversión”, señaló Sara García, titular de AMET, el sindicato de los profesores de escuelas técnicas.
La vuelta a clases será bajo un protocolo sanitario estricto (AP)
En las mesas nacionales, CTERA -por su alta cantidad de afiliados- cuenta con mayoría automática. Tiene cinco paritarios y los otros cuatro sindicatos solo uno. Si bien durante estos seis meses se mostraron alineados al oficialismo, también objetaron la fecha de agosto. “La situación no es lo misma en todo el país, pero hoy no están dadas las condiciones”, dijeron sus voceros a Infobae.
Según el gremio, cada provincia -al fin y al cabo, las responsables de las escuelas- debería convocar a paritarias y definir en esa instancia la viabilidad de una vuelta escalonada después de las vacaciones de invierno. Otra vez, los edificios escolares poco se parecen entre los distritos.
Incluso en los colegios privados, donde se supondría mayor facilidad para cumplir el protocolo, hay reparos. “El hacinamiento en las escuelas privadas es muy habitual, igual o peor que en las estatales. En aulas para 20 alumnos, reúnen 35 o más chicos. Será difícil la vuelta si nos detenemos en la densidad de nuestras escuelas. A eso hay que sumarle las aulas contiguas, los baños y patios pequeños, y el personal escaso”, enumeraron desde SADOP, que representa a los docentes privados.
En la conciencia de los sindicatos de maestros está la experiencia fallida de regreso a las aulas que dispuso Jujuy. Apenas algunos días después de reabrir las escuelas rurales, debieron dar marcha atrás por un brote de casos positivos de Covid-19. “Sabemos no será tarea fácil la vuelta. Nosotros velaremos por la salud de las y los compañeros docentes”, dicen los gremios.