Contrariamente a lo que muchos pensaron algunos, cuando el SOEASI hablaba de la situación de indefensión en que se encontraban los trabajadores del Ingenio San Isidro, por la insensibilidad de la patronal ante el COVID 19, hoy se constató que ya son 47 los obreros azucareros que dieron positivo en dos días. Y hay más de 150 casos sospechosos. Sin embargo la empresa continúa con la zafra como si nada estuviera ocurriendo.

Desde el inicio de la pandemia de Covid-19 el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI) denunció públicamente a la patronal por no cuidar la salud y la vida de los trabajadores azucareros.

 

El Secretario General del SOEASI, Mariano Cuenca, recorrió pasillos oficiales y se reunió con funcionarios, alertó en los medios periodísticos sobre la grave situación en materia de higiene y seguridad laboral que existía en todos los sectores de la empresa ZADAR S.A. encabezada por un grupo empresario tucumano conocido como Grupo Ruiz., sin resultado positivo alguno.

 

La respuesta de los dueños del ingenio no solamente fue negativa en cuanto a las denuncias mencionadas, sino que profundizaron un proceso de persecución contra la organización sindical y sus dirigentes que había comenzado, desde el mismo día en que se hicieron cargo del principal polo productivo del departamento salteño de General Guemes y los despidieron a todos.

 

Llegaron incluso a inventar un sello ilegal mediante el que los empresarios, a través de un puñado de personas financiadas por la propia empresa, se arrogó la representación sindical de quienes hoy trabajan en el ingenio. Y los trabajadores, amenazados con el fantasma del despido,  se quedaron sin derechos.

 

En una escueta síntesis, lo antedicho es el prólogo de la funesta historia que precedió a lo que hoy padece la población de Campo Santo, un pequeño pueblo ubicado a 50 kilómetros de la ciudad de Salta, castigado con la pobreza derivada de la ausencia de puestos de trabajo que fueron destruidos por patrones inescrupulosos.

 

Y como dice el antiguo refrán, “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”. Esa ruptura está sucediendo desde los últimos dos días en la zona: los trabajadores del ingenio San Isidro contagiados por coronavirus ya son 47 y existen centenares de casos sospechosos.

 

El dirigente sindical azucarero Mariano Cuenca lo expuso con dura simpleza: “venimos presentando hace tiempo distintos escritos ante autoridades locales y los ministerios, sin ningún tipo de respuesta ni acciones concretas. Una vergüenza”.

 

La reacción empresaria fue la misma de siempre: silencio y continuar con el funcionamiento de la empresa como si no pasara nada. Privilegiar sus ganancias. Ocultar la realidad con un desprecio absoluto por la vida de los trabajadores y de sus familias.

Al respecto, Cuenca dijo que “cuando decidieron despedir a centenares de  obreros dijimos que estaban produciendo una catástrofe social y teníamos razón. Ahora le sumamos una catástrofe sanitaria. Qué más tiene que pasar para que el poder político electo democráticamente detenga esta barbaridad? Esto ya es una masacre”.

 

Y cabe destacar que esto que está sucediendo con los trabajadores del Ingenio San Isidro, de la cantidad de casos positivos del coronavirus detectados, es consecuencia directa de la falta de respuestas de las autoridades provinciales, a las notas presentadas por el gremio  SOEASI , exigiendo se controle el efectivo cumplimiento a los lineamientos y protocolos para las empresas, en salvaguarda de los trabajadores ante en el marco de la pandemia del COVID 19.

 

La denuncia se la hizo llegar al Ejecutivo provincial, pero nunca tuvieron respuestas y hoy se da el lamentable estado de tener a más  de 47 casos positivos de trabajadores del Ingenio San Isidro; y más de 150 más a la espera de los resultados epidemiológicos.