Que se enfermen despacio para no afectar la zafra y la producción” dice la patronal del Ingenio San Isidro. Hay más de cien contagiados en aislamiento y los turnos son de doce horas.
Mientras el coronavirus sigue haciendo estragos en toda Salta, los trabajadores del ingenio San Isidro son sometidos por la patronal a un destino de puerta giratoria, es decir, dar positivo de Covid-19 en el test, ser aislados durante dos semanas y obligados a regresar al trabajo de inmediato bajo la amenaza de ser despedidos.
Esta metodología fue claramente descripta por el dueño más visible de la empresa ZADAR S.A., Diego Ruiz, ante medios de comunicación salteños, cuando dijo que su estrategia ante el contagio masivo para esta coyuntura de pandemia consiste en que los obreros “se vayan enfermando despacio” para no afectar la zafra y la línea de producción.
Entretanto, 94 de sus empleados sobrellevan el aislamiento en hoteles de la localidad de General Guemes y un número creciente de infectados lo pasan en sus casas sin que sus familiares convivientes sean testeados o contenidos de alguna manera.
Los pobladores de la zona están atemorizados por la expansión generalizada del virus y fuera del alcance de los protocolos necesarios que muchos funcionarios provinciales parecen desconocer ya que de hecho no los aplican ni controlan a las empresas que deberían hacer cumplir las leyes sanitarias nacionales y provinciales.
Uno de quienes denunciaron la grave situación es Mariano Cuenca, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), quien desde marzo pasado alertó en público y en privado sobre la desidia patronal sin haber recibido respuesta alguna.
Otro denunciante es el médico local Marcelo Quiroga, quien afirmó que “desde el gobierno provincial nunca se ha exigido a las empresas como el Ingenio San Isidro que presentaran un protocolo de trabajo ni tampoco le han preguntado cómo se manejarían en caso de que se disparara la pandemia. Además permitieron que lleguen sin controles estrictos gente y camiones desde Jujuy al ingenio, entre otras cosas”.
Quiroga agregó que “ahora ya es tarde para lamentarse por lo que no se hizo o se hizo mal, pero hay que exigir que atiendan como corresponde a los contagiados y también darle ayuda y contención a sus familias, además de obligar a la empresa a hacer los controles sanitarios e hisopados regularmente a la totalidad de los trabajadores, algo que tampoco se hizo porque lo único que le importa es seguir produciendo para obtener ganancias. En realidad, que la empresa siga funcionando en las condiciones actuales es una barbaridad”.
Por su parte, Cuenca informó que “estamos en contacto directo con funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación quienes nos aseguraron que realizarán controles sobre los incumplimientos en materia sanitaria que venimos denunciando”.