En la tarde de hoy, falleció Juan Arroyo, un luchador y defensor de los derechos de los trabajadores. Era el Secretario General de ATE, y se encontraba internado desde hace varios días en una clínica privada. Como dirigente y luchador que fue, curtido en tantas batallas por la dignidad del trabajador, en especial de los empleados del Estado, le dio pelea al COVID 19, pero finalmente fue vencido en esta última batalla pero quedará en la memoria viva de sus compañeros trabajadores.
Sin dudas que el mundo gremial y político, se vio conmovido ante la inesperada partida del secretario general de ATE, Juan Arroyo, que falleció hoy luego de contraer coronavirus.
Arroyo estaba internado en una clínica privada y en los últimos días su estado había empeorado. Quienes lo acompañaron este año en el sindicato lo recuerdan como un luchador y defensor de los derechos de los trabajadores.
Recordemos que Arroyo había sido reelegido en ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) en las elecciones que se llevaron a cabo el 7 de agosto del año pasado. Su mandato se extendía por cuatro años más.
Al enterarse de tan triste noticia, Roxana Celeste Dib, actual secretaria de Gestión Educativa de la provincia, expresaba en su cuenta personal de Facebook: “Se me fue mi compañero, mi amigo Juan Francisco Arroyo. De tu mano caminé muchos años, me enseñaste a luchar por los derechos, a conquistarlos y a defenderlos; en vos siempre tuve el apoyo que necesité, el sabio consejo en el momento adecuado y la amistad leal. Los que construimos junto a vos, honramos esa construcción y esa amistad. Tu muerte nos ha tomado por sorpresa, a todos, siempre pensé que seguiríamos caminando juntos. Infinitas gracias por todo, descansa en paz amigo querido, hasta el día de nuestro reencuentro. Buen viaje Juan!
Por estas horas muchos aun no pueden creer que Juan Arroyo ya no está en el mundo de los vivos; aunque muchos lo seguirán recordando como un hombre sencillo; luchador y comprometido con alcanzar la dignidad y mejores condiciones laborales de los trabajadores. Y por eso, sin dudas, se ha ganado un lugar en el corazón y en la memoria viva de los trabajadores, a quien representó tan dignamente.