Durante la semana pasada, se puede decir que militarizaron el Ingenio San Isidro, al ver rodeados por policías armados. La “seguridad” estatal puesta al servicio de intereses privados. La política reemplazada por la amenaza del terror y la violencia.

Esto es, según el titular de Mariano Cuenca, titular del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI, que ve en esta acción la respuesta del gobierno de Salta a los reiterados pedidos para que interceda entre los trabajadores despedidos y los dueños de la empresa.

 

Si bien la respuesta llegó, no fue lo que los trabajadores esperaban. El Ingenio San Isidro fue militarizado, cubriendo en la noche, para cercar con los efectivos de la policía  provincial, por fuera y por dentro. De esta manera, el gobierno salteño eligió el camino de la represión, de la violencia y del abuso de poder estatal contra los  trabajadores y las organizaciones gremiales legítimas.

 

Mariano Cuenca, secretario general del SOEASI, única entidad sindical legal que representa a los trabajadores azucareros de la localidad norteña de Campo Santo, calificó a la actitud oficial como “una vergüenza” y agregó que “la complicidad del gobierno provincial  con la patronal explotadora del ingenio comenzó hace tiempo y para ello usaron como operador de las maniobras  para favorecer a la empresa al ministro de la Producción y Desarrollo Sustentable Martín de los Ríos, quien también es presidente del PRO salteño”.

 

El dirigente gremial agregó que “mediante la difusión de mentiras y calumnias contra la dirigencia de nuestra organización sindical e incluso contra el movimiento obrero organizado a nivel nacional, como dicen públicamente los esbirros al servicio de los patrones,  y el despliegue desproporcionado de fuerzas policiales para defender los intereses de un poderoso grupo empresarial privado, el gobierno local mostró su verdadera intención que es gobernar para los ricos en contra de los pobres”.

 

Seguimos apostando al diálogo y la negociación franca entre las partes en conflicto, pero la patronal de tinte feudal y sus socios evidentes se niegan a sentarse a hablar con nosotros” señaló Cuenca.

 

En ese marco de inequidad, los sectores aliados de las grandes patronales pretenden no solamente mantener su condición de amos y señores de toda Salta, vulnerando leyes vigentes y derechos ciudadanos como ya lo están haciendo, sino sembrar el terror para doblegar a la población en su conjunto.

 

Prueba de ello, es que en vez de acercar a las partes a través de la cartera de Trabajo para lograr un acuerdo pacífico como corresponde en un estado democrático, optan por poner el asunto en manos del Coronel Mayor del Ejército Juan Manuel Pulleiro, titular del  Ministerio de Seguridad de la provincia y abierto y público defensor de las masacres cometidas contra el pueblo en los tiempos de la última dictadura cívico militar.” Agregó Cuenca para finalmente expresar: “a pesar de estas condiciones  de brutalidad manifiesta, ratificamos nuestra decisión de mantener nuestras propuestas de diálogo y al mismo tiempo nuestro plan de lucha para que la justicia social no sea solamente una frase de campaña electoral . El gobierno provincial tiene dos opciones: la paz social o la barbarie”.