En el encuentro que tuvieron los integrantes de la CGT regional Salta, con el Ministro de Trabajo de la Nación en Salta, el viernes 6 de agosto, el titular de SOEASI

, Mariano Cuenca, hizo uso de la palabra y puso en conocimiento de Claudio Moroni, la situación que viven los trabajadores despedidos del Ingenio San Isidro desde el año 2018 y que aún se les adeuda el otro 50%. Además, en una situación irregular, la patronal prohibió de hecho la actividad sindical en la empresa y dejó de pagar las cuotas sindicales al SOEASI. Cuenca acude al titular de la cartera laboral, por la ayuda a los trabajadores a través  de sus distintos programas vigentes.

Aquí lo expresado por Mariano Cuenca al Ministro Claudio Moroni y ante sus pares de la CGT regional Salta:

 

“En enero de 2018 la patronal de entonces del Ingenio San Isidro, multinacional de origen peruano conocido como Grupo Gloria, decidió el cierre unilateral de la empresa sin previo aviso dejando sin trabajo a más de 730 obreros azucareros.

 

El argumento patronal esgrimido fue una supuesta crisis  y mediante un mecanismo llamado Procedimiento Preventivo de Crisis despidieron a todos sus empleados pagándoles a los cesanteados solo el 50 % de las indemnizaciones previstas por la ley.

 

Unos meses después, y a través de negociaciones amparadas por cláusulas de confidencialidad, es decir secretas, el grupo Gloria traspasó el Ingenio San Isidro a una sociedad empresaria llamada Grupo Ruiz radicado en Tucumán.

 

Estos empresarios contrataron a menos de la mitad de los trabajadores y pusieron en funcionamiento el ingenio continuando las exportaciones con la misma cartera de clientes que ya tenía la patronal anterior, quedando así en claro que la supuesta crisis económica de la empresa era una farsa usada para despedir a centenares de obreros y “ahorrarse” así la mitad de las indemnizaciones y paralelamente hacerles perder su antigüedad y con ello parte de su salario.

 

Una vez consumados estos atropellos, que incluyeron el despido de todos los  miembros de la Comisión Directiva del sindicato que represento, el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), y de la totalidad de los delegados. También la patronal prohibió de hecho la actividad sindical en la empresa y dejó de pagar las cuotas sindicales al SOEASI.

 

Al mismo tiempo, y con la participación servil de un pequeño grupo de empleados que pueden contarse con los dedos de una mano, la patronal intentó crear una entidad sin personería gremial destinada a funcionar bajo las órdenes patronales, dejar de lado cualquier tipo de paritarias y privar a nuestros compañeros de todos sus derechos laborales  adquiridos durante décadas de luchas obreras. Esa fue su estrategia para tratar de hacer desaparecer al SOEASI.

 

Desde hace casi 3 años estamos tratando de establecer un diálogo con el Grupo Ruiz para resolver pacíficamente estas irregularidades y siempre enfrentamos una negativa  absoluta como respuesta.

 

Señor ministro, ante tantos abusos y maniobras claramente contrarias a la legislación laboral vigente, pedimos su intervención directa para reparar estos daños causados a centenares de familias del departamento salteño de General Güemes y para restablecer los derechos legales en materia sindical. Siempre estuvimos y aún lo estamos, dispuestos a  dialogar con la empresa para llegar a acuerdos que permitan a los trabajadores cobrar pronto sus indemnizaciones completas y que sus derechos gremiales sean restablecidos.

 

Necesitamos que el Estado nacional preste ayuda a quienes quedaron sin trabajo para así sentar las bases de subsistencia para poder conseguir un empleo digno. En este sentido, el Ministerio de Trabajo de la Nación, mediante sus Programas, está en condiciones de apoyar a la población de nuestro departamento a superar la grave situación de la que se encuentra, caracterizada por el desempleo y la pobreza que de ella se derivan.

 

No es la represión a la protesta social la respuesta que esperamos del gobierno nacional y tampoco del provincial, pero hace pocas semanas la militarización de la zona en la que vivimos, con epicentro en la localidad de Campo Santo,  fue la única que recibimos.

 

Queremos agradecer a la CGT y otras organizaciones sindicales hermanas por el apoyo recibido en este conflicto y por darnos la posibilidad de expresar nuestros reclamos.

 

Esperamos atienda usted el pedido de miles de salteños y salteñas que están pendientes de sus decisiones y aportes para que esta región de la Argentina pueda ponerse de pie en un marco de paz, trabajo y justicia social.

 

Muchas gracias “