La nueva conducción de la CGT comenzó con las tratativas en las delegaciones regionales, que conforman la organización, a los fines de avanzar en la normalización y garantizar el proceso de unidad en todo el país.
Moyano y Caló, secretario del Interior, se mostraron juntos en La Matanza en el inicio de uno de los desafíos que se planteó la nueva conducción cegetista al renovar autoridades.
Bajo ese objetivo, Pablo Moyano, cosecretario general, y Antonio Caló, secretario de interior, estuvieron días atrás en La Matanza con dirigentes de la región.
La reunión fue en la sede local de la UOM con presencia de los referentes nacionales en la CGT matancera, enmarcada en las recorridas que la conducción nacional comenzará a intensificar en los próximos meses dando respuesta a la necesidad de lograr la unificación en todas las regionales.
“Hemos venido a hablar con los compañeros de La Matanza, de la UOM, de la UOCRA, SMATA, Alimentación, Camioneros, entre otros, para empezar a hablar de la normalización”, señaló Moyano.
En tanto, Caló expresó que se trató de la primera seccional que visita en su nuevo rol: «La Matanza es una seccional grande y ojalá sea la primera en lograr la unidad».
La regional matancera es una de las más populosas del país y sería la punta de lanza.
Un objetivo central de la CGT
La normalización de las regionales es uno de los principales objetivos de la nueva central para los próximos años. La secretaría que encabeza Caló será la encargada de diseñar el cronograma de normalizaciones, tal como anticipó Mundo Gremial.
El dirigente de la UOM llevará adelante las negociaciones, en permanente diálogo con todos los sectores gremiales que confluyen en la CGT nacional.
La unidad en cada regional es uno de los máximos objetivos. Así lo señaló Jorge Sola, secretario de prensa de la CGT.
El también titular del Sindicato del Seguro sostuvo que se trata de «una deuda que en muchos casos viene de vieja data y que es necesario normalizarlas y activarlas para que eso suceda».
«Hay que darle un canal de manifestación a los militantes y la gran cantidad de dirigentes que existen en las delegaciones de la CGT», agregó, y pronosticó que en los próximos dos años debería quedar todo normalizado.