El miércoles pasado, 11 de setiembre, se conmemoró el DIA DEL MAESTRO/A, sin embargo. la jornada pasó con un clima de frustración para muchos docentes que todos los años, para esta fecha, alimentan su esperanza de que el año que viene se los reconocerá, debidamente, por su entrega, vocación y dedicación como un servidor público fundamental en la formación de los futuros ciudadanos.

Los gremios docentes, realizaron actos y reconocimientos con festejos y/o sorteos, cenas y diversas actividades dedicadas a sus afiliados.

 

Sin embargo, aún hay una deuda no saldada por parte del gobierno, nacional o provincial para jerarquizar la educación, con salarios y condiciones laborales y de instrumentos tecnológicos adecuados para avanzar en la enseñanza-aprendizaje, con miras a los nuevos desafíos que se están dando en el nuevo contexto de desarrollo y crecimiento para insertar a nuestro niños y jóvenes en las demandas del mundo.

 

Sin embargo este año, muy especialmente, los docentes fueron los únicos que sufrieron una quita importante de sus salarios, cuando el  actual gobierno nacional libertario, discrecionalmente suspendió los aportes del Incentivo Docente, a todos los docentes del país, como hace más de 26 años, y que estaba por ley; amén de no convocar, hasta ahora, a paritarias nacional docente. Ni que decir del no envío de recursos comprometido por el  gobierno nacional, para el financiamiento de infraestructura escolar.

 

Más allá que, como todo trabajador, pretende contar con un salario digno y condiciones laborales decentes; pero, a la luz de los hechos, el gobierno nacional no muestra ninguna intención de invertir más en educación.

 

Este 11 de setiembre, es un presente de incertidumbre y de poca valoración de un gobierno nacional que no ve en la educación, y obviamente en los maestros/as, un sector fundamental para el desarrollo y crecimiento de nuestro país.

 

Por eso es que los maestros, siguen en la lucha por la educación como una política de estado.

 

No es la primera vez que los docentes salieron a la calle por sus derechos y la educación de nuestros hijos. Y hoy están dispuestos a seguir en esa lucha porque saben que sin educación no hay futuro.

 

Por eso, y mucho más es, que dedicamos un humilde poema a ese ser importante para nuestros niños, futuros ciudadanos de este maravilloso país.