Directivos del Ingenio Azucarero San Isidro, prohibieron el ingreso de miembros del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), que junto con inspectores de la Secretaría de Trabajo de la Provincia, se acercaron al establecimiento, a raíz de diversas denuncias sobre las malas condiciones de las instalaciones de le empresa, poniendo en peligro la integridad física de sus empleados. El Organismo provincial de Trabajo, convocó para el 13 de marzo a una nueva reunión entre el SOEASI y el sector patronal del Ingenio San Isidro.

En esta semana cinco inspectores, dependientes de la Secretaría de Trabajo de la Provincia de Salta, y representantes sindicales azucareros intentaron realizar una inspección al Ingenio San Isidro a raíz de diversas denuncias sobre las malas condiciones de las instalaciones de la empresa que ponen en peligro la integridad física de los trabajadores.

 

La respuesta de la patronal fue prohibir el ingreso de los miembros del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), quienes llegaron junto a los funcionarios al predio ubicado en la  localidad de Campo Santo, a 50 kilómetros de la capital provincial.

 

“Esta es una nueva práctica discriminatoria por parte de empresarios inescrupulosos que pretenden hacer desaparecer a los sindicatos y burlar las normas legales vigentes”, dijo Mariano Cuenca, Secretario General del SOEASI.

 

El dirigente agregó que “las condiciones de seguridad e higiene de las instalaciones de la fábrica  son deplorables por falta de inversión y cuidados, y se  corre el riesgo inminente de que se repita la tragedia ocurrida en noviembre pasado en el ingenio La Esperanza de Jujuy donde hubo que lamentar decenas de muertos y heridos. Nosotros no queremos que esto ocurra en Campo Santo”.

 

El conflicto entre trabajadores y empresa lleva en el Ingenio San Isidro más de dos años.

 

La llegada de nuevos dueños, hoy encabezados por Diego Ruiz, que reemplazaron a la multinacional de origen peruano conocida como  Grupo Gloria, que cerró la fábrica de un día para el otro y dejó sin empleo a los 730 trabajadores, no resolvió los problemas en Campo Santo, cuya población tiene en el Ingenio San Isidro a su principal polo productivo y fuente de trabajo.

 

La reapertura de la empresa después de casi un año de inactividad, se hizo con un tercio de los empleados y ninguno de ellos siquiera cobró la indemnización correspondiente tras el cierre producido por los anteriores propietarios. De allí en más, Ruiz y sus socios intentaron anular la actividad sindical en su empresa, negándose a todo tipo de diálogo bilateral con el SOEASI.

 

Las persecuciones y amenazas contra los trabajadores fueron constantes desde entonces y a ello se sumó la ausencia de inversiones en materia de higiene y seguridad.

 

Sobre esto, Cuenca recordó que “ya hubo varios accidentes de trabajo con serias consecuencias para los afectados. La situación en el Ingenio San Isidro es una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento a raíz de la desidia de una patronal que ha mostrado un desprecio absoluto por la salud y la propia vida de nuestros compañeros”.

 

La Secretaría de Trabajo provincial convocó para el 13 de marzo a una nueva reunión entre el SOEASI y el sector patronal del Ingenio San Isidro