El último análisis publicado por OIT, sobre el impacto de la COVID-19 en el mercado del trabajo, revela que su impacto fue más grave de lo estimado. En el segundo trimestre de 2020 ya se perdieron 400 millones de empleos a tiempo completo.
Según este informe publicado recientemente, la cantidad de horas de trabajo perdidas en todo el mundo, durante el primer semestre de 2020, fue significativamente más alta de lo que se había estimado, advierte la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un nuevo informe global.
Según el Observatorio de la OIT: COVID-19 y el mundo del trabajo. 5.a edición, las horas de trabajo, a escala mundial, disminuyeron del 14 por ciento en el segundo trimestre de 2020, lo que equivale a la pérdida de 400 millones de empleos a tiempo completo (sobre la base de una semana laboral de 48 horas).
Este es un incremento considerable con respecto a las estimaciones del Observatorio anterior que preveía una disminución de 10,7 por ciento (305 millones de empleos).
Las nuevas cifras reflejan el agravamiento de la situación en numerosas regiones durante las últimas semanas, sobre todo en las economías en desarrollo. A nivel regional, la pérdida de horas de trabajo fueron:
- Américas (18,3 por ciento),
- Europa y Asia Central (13,9 por ciento),
- Asia y el Pacífico (13,5 por ciento),
- Estados Árabes (13,2 por ciento) y
- África (12,1 por ciento).
La gran mayoría de los trabajadores del mundo (93 por ciento) sigue viviendo en países con algún tipo de cierre de los lugares de trabajo, con las Américas experimentando las mayores restricciones.
"Las decisiones que adoptemos ahora repercutirán durante los próximos años y más allá de 2030. Si bien los países se encuentran en fases diversas de la pandemia y es mucho lo que se ha hecho, debemos redoblar nuestros esfuerzos si queremos salir de esta crisis mejor que cuando comenzó", declaró Guy Ryder, Director General de la OIT.
"La próxima semana la OIT convoca una Cumbre Mundial sobre la COVID-19 y el mundo del trabajo virtual de alto nivel. Espero que los gobiernos, los trabajadores y los empleadores aprovechen esta oportunidad para presentar y escuchar ideas innovadoras, discutir las lecciones aprendidas y proponer planes concretos a fin de trabajar juntos y poner en práctica una recuperación con alto coeficiente de empleo, inclusiva, equitativa y sostenible. Todos nosotros debemos avanzar en el reto de construir un futuro del trabajo mejor", concluyó Guy Ryder.