Nunca entendí cuál es la razón por la que Santiago del Estero llegó a tener 200.000 colmenas en producción y Salta, en toda la Provincia, no llegaba a 20.000.

 

Nuestra Provincia podría llegar a ocupar un espacio en el mercado exportable de la apicultura a través de la miel y otros productos como propóleos, polen o jalea real y material genético.

 

Pero para ello tiene que producirla y con calidad.

 

Salta Comunidad Apícola es un proyecto de fortalecimiento de las capacidades productivas de criollos y pueblos originarios de toda la Provincia de Salta. Por lo tanto busca el mejoramiento de las condiciones del arraigo y su sostenibilidad ambiental y económica.

 

Se creará en la Secretaría de Asuntos Agrarios una Dirección de Producciones Especiales, que permitirá canalizar fondos a proyectos específicos. (De esta unidad pueden surgir proyectos como producción de flores, endulzantes alternativos, moringa entre un sinfín que requiere de otra mirada a la tradicional)

 

Mediante un convenio Provincia – INTA, se fijará un cronograma de trabajo para:

Lanzar inmediatamente un programa de fortalecimiento de los apicultores existentes  así como de su censo real (SENASA)

 

El INTA deberá elaborar un Plan de Desarrollo de la Apicultura para pequeños productores de al menos 400 colmenas por productor.

 

Mediante un acuerdo que incorpore al INTI, INTA y Producciones Especiales  de la Provincia se definirá la Red de Empresas de Servicios Apícolas, las que podrán ser Cooperativas, para atender la problemática de la genética y sanidad animal, el asesoramiento continuo, la producción y el equipamiento.

 

¿Por qué 400 colmenas?

 

Para que una familia viva de la apicultura necesita tener un capital de trabajo suficiente para cubrir los gastos y los eventuales fracasos, que en el campo son de variado origen. Si Salta quiere exportar tiene que apostar acorde al objetivo.

 

Nadie se va a dedicar profesionalmente a la apicultura si no puede vivir de la misma.

 

El proceso de instalación de los apiarios, unidades productivas de los criadores apícolas, su escalamiento en tamaño, puede ser progresivo  y avanzar junto con la profesionalización del apicultor, el crecimiento de la red de servicios asociada, etc.

 

Financiamiento: La constitución de un fideicomiso para producciones especiales, que permita financiar una parte a inicial a fondo perdido y el resto a ser cotizada para su devolución a valor producto (miel) constituye un mecanismo virtuoso.

 

Sinérgias a ser evaluadas:

 

El Cluster Foresto-industrial puede incluir una rama especializada en material apícola.

 

El Cluster Metal-mecánico puede incluir una especialización en equipamiento apícola de calidad alimentaria incluyendo las salas de extracción móviles. Estos rubros son completamente exportables a países vecinos. Pero es necesario pasar la curva de aprendizaje.

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