Esto tiene que quedar claro. No es lo mismo recitar el Martín Fierro que cobrar las ganancias de exportaciones multimillonarias. No es lo mismo, ya lo cantaba el Gran “Ata” con las vaquitas., (ponerse de pié).

Evaluar cuál es la discusión, qué se juega en este tira y afloja, es esencial.

 

El campo no somos todos, pero no por eso el “campo” es el malo. Existe una pequeña parte de los explotadores del campo que han concentrado la producción y sobre todo la capacidad exportadora, es decir allí donde se produce uno de los bienes más necesarios para el desarrollo nacional, los dólares.

 

La estafa de Vicentín nos mostró, con sus miles de pequeños productores estafados, que existe un “Campo” privilegiado y un “Campo” explotado.

 

El pueblo argentino ha sido esquilmado durante los 4 años de macrismo neo liberal.

 

Nuestros salarios fueron pulverizados, no por error, sino porque esta es la forma que tienen de aumentar sus ya enormes ganancias. No les alcanza con cobrar en dólares y pagar en pesos, ni con el diferencial entre precios locales e internacionales, sacando la comida de la mesa del trabajador, no les alcanza con tener tasas subsidiadas y créditos millonarios que nunca van a pagar.

 

El campo no somos todos y tampoco todo el campo es homogéneo. En el campo, ya lo vimos, existen beneficiados y existen abandonados.

 

Abandonados que tienen que abandonar sus lugares de trabajo, abandonando sus vidas, las obras de sus abuelos inmigrantes, de sus padres devenidos en peones con el tiempo, luego desocupados, porque los gobiernos liberales los han abandonado sistemáticamente, diciendo que todos son el campo y una patronal que los abandonó en las rutas con los tractores al sol.

 

Yo he visto en el Alto Valle como la motosierra sanitaria se transformó en “motosierra inmobiliaria” porque hundieron los precios de sus frutas. Abandono. Yo he visto a los migrantes del chaco salteño recalar para ser sedentarios periurbanos sin destino. Abandono. Yo he visto al ganado del pequeño ganadero criollo secándose al sol en un corral esperando a su comprador que lo abandona.

 

La Argentina necesita de los dólares que produce la exportación, a fin de “aceitar” el desarrollo industrial que requiere de insumos, que de otra manera deberían comprarse mediante créditos que hoy no existen. Siempre que los liberales se fueron del gobierno, dejaron a sus sucesores sin posibilidad de acudir al mercado de crédito.

 

Aun con esa limitación, el ingenio argentino se las ha arreglado para construir cosas muy sofisticadas, como reactores nucleares, vacunas, modificar genéticamente semillas, satélites y podemos seguir con una larga lista.

 

Hay que entender que existen dos grandes embudos históricos en la Argentina. El embudo de los ferrocarriles y el de la hidrovía; y allí en el extremo, donde todo se junta y sería fácil controlar lo que transita para un lado y el otro, no está el Estado cuidando, no están los gobiernos controlando.

 

Allí, en ese punto estratégico, están las empresas que exportan, las aceiteras, las transportistas, las exportadoras e importadoras, haciendo de “Gobierno”. Ellos nos cuentan a nosotros qué vendieron, qué exportaron y qué tributan, retienen y/o declaran. Nos cuentan un cuento, solo avalado por ellos, que hasta ahora todos están aceptando y resulta que son las variables que la Argentina y su pueblo necesitan para salir de la pobreza.

 

Quiero ser claro. Se discute hasta el hartazgo sobre las retenciones. Yo creo que NO hay que aumentar las retenciones. Ni un punto  de aumento. Pero HAY QUE COBRAR LOS IMPUESTOS QUE NOS ESTAN ROBANDO TODOS LOS DIAS, DE TODOS LOS MESES, DE TODOS LOS AÑOS. Con eso terminamos con el mal llamado impuesto a la riqueza, no se preocupen. Lo que queremos es lo que nos tienen que pagar con las leyes actuales. No hay que discutir ninguna nueva ley impositiva. HAY QUE COBRAR LAS LEYES ACTUALES, HASTA EL ÚLTIMO CENTAVO. Buscarlos bajo la bosta si hace falta. Porque como dicen muchos liberales-libertarios-neos y protos, el Estado debe ser eficiente y ser eficiente es cobrarles a los que deben hasta el último mango.

 

Lo que se discute ahora es la coyuntura, ¿Cómo hacemos para pasar el 2021? Hay elecciones y las tenemos que ganar. Pero la verdadera discusión es si el Estado/Gobierno se va a poner los pantalones largos y modificar los sistemas de control, dominar la hidrovía Paraná/Paraguay, los ferrocarriles vuelven a ser Argentinos y modificar la ley de entidades financieras. Sin eso nuestro futuro estará muy comprometido.

 

No, el de ese pequeño y rico “CAMPO” no. El nuestro.