El escenario político salteño se encuentra muy enrarecido. Los actores políticos comienzan a saltar de partido a partido y los muertos aparecen más vivos que nunca.
Isa hace unas semanas ya, se encaramó en la cima del PJ local y desde allí comenzó a mover el espinel de un elenco que estaba durmiendo una siesta calculada.
La tradición de un Justicialismo manejado por el Ejecutivo Provincial se consolida aunque la actual conducción real de Miguel, es decir Outes, es decir Gustavo Saenz, haya llegado de la mano de Mauricio Macri.
No hay por qué extrañarse, el Senador Romero también llegó a su puesto con la foto de Macri. Algunos dicen que es el verdadero Presidente del PJ.
Isa, fiel a èl, no se queda quieto. Mientras las bases reclaman alguna renovación política, Miguel convoca a Walter Wayar a participar del PJ actual y como al pasar invita a Urtubey y a Romero a conversar también de política en el PJ.
Afuera quedan entonces el PRS, que con la adscripción del multifacético asegurador Zotos o la pequeña Lulú Cristina Fiori, no parecen estar tan alejados de Gustavo.
Fuera de esta convocatoria está la muchachada de Cambiemos. Pero claro, como decir que están afuera quienes están apoltronados bien adentro en sus puestos de desgobierno. Botín de una alianza que fue exitosa para Gustavo Gobernador, sienten que si no hacen muchas olas pueden quedarse facturando mientras, en su reducido espectro, tragan sapos.
A la luz de lo que estoy contando, el Frente de Todos cada vez es de “Menos”. El golpazo de la derrota electoral recién se está facturando. Lucas Godoy llegó a Diputado por el FdT pero intenta crear un nuevo partido con sus nuevos amigos porteños. Su padre, el Indio, muñequea el poder “residual” que supo construir y se constituye en lo más parecido a un “Frente de Justicialista”, híbrido, resultado de la licuadora salteña. Estrada, ¡se acuerdan? Pasó de candidato a vice del Oso (¿A quién se le ocurrió la idea?) a candidato de Gustavo.
En el gobierno, como siempre lo hizo, lo que sobra son anuncios. Promesas de obras que no pueden garantizar, como afirmaron tanto Camacho como Dib Asur.
Del otro lado, los pocos puestos nacionales de impacto local acaban de ser detonados por, según se dice, falta de gestión.
Pero también puede ser que se trate de un pasamanos y que la Cámpora pierda y le entreguen al Isismo/gustavismo/romerismo una caja enorme para la gestión que está claramente faltando en la provincia.
Mientras tanto las bases trabajan y se comprometen a un cambio.