Corría diciembre del 2020 cuando los Diputados de la Provincia de Salta convirtieron en Ley la suspensión de las P.A.S.O. en Salta. ¿La razón esgrimida?, Que de esta manera el Ejecutivo podría ahorrar unos $800 millones que podrían ser usados para luchar contra la pandemia del Coronavirus.

No me mire de esta manera, en serio es lo que dijeron. Está en los diarios.

 

“En los diarios no hablaban de ti”, ni hablaban de que la mayor parte de esa ponchada de guita se la llevaba el sistema electrónico de asegurar la celeridad de los resultados. Algunos dicen que es tan rápido que te dan el resultado antes de que votes, pero esa es otra cosa.

 

El 20 de enero se produce una marcha atrás de la cosa, porque el Gobernador mediante el Decreto 39/21 adelanta los comicios para el 4 de julio, destruyendo parcialmente el argumento de la economía y la pandemia tan gastadora. Lo que se podría haber cubierto con la asignación para las elecciones nacionales no se va a usar. A gastar de nuevo.

 

El 24 de febrero la Legislatura declara la Necesidad de la reforma parcial de la Constitución de la Provincia de Salta y a continuación, el 12 de marzo con todo el impulso, convocó a reformar la Constitución, cosa que, si bien no genera erogaciones por honorarios de los Convencionales Constituyentes que van Ad honorem, el resto de los gastos van a existir, eso seguro.

 

El 1º de marzo siguiente comenzaron las clases en toda la Provincia de Salta y fue algo muy esperado luego de un año de pandemia.

 

El 11 de abril los medios denuncian que no se daba más, después de 50 años, la “Copa de Leche” en las escuelas, merienda considerada básica en condiciones normales y fundamental en condiciones extraordinarias cómo las actuales. Decían que esto lo hacían por economía, por un pacto fiscal inhumano.

 

14 de abril, 3 días después de la denuncia pública, el Gobernador da marcha atrás y devuelve, con fondos propios la Copa de Leche a los niños.  

 

Diciembre, enero, febrero, marzo, abril secuencia de una costumbre. Como pueden ver, el tema de hacer ahorros es algo bastante relativo en este Gobierno. Hacer peligrar la salud, la educación o la institucionalidad argumentando supuestas economías no parece estar acompañado otros ahorros en áreas realmente superfluas, beneficios de amigos.