Y aquí estamos, donde el Sistema Democrático nos deposita cada dos años. En una elección. 

A mi me encantan las elecciones porque formo parte de esas generaciones que sufrimos su ausencia total o parcial, proscripción mediante. En las elecciones se deberían poner en juego las políticas que se proponen para lograr el objetivo fundamental de la política: mejorar la calidad de vida de los ciudadanos (a mi me gusta más el pueblo)

 

En este marco los candidatos deberían presentar propuestas, pero esto no sucede. Y sin embargo no podemos abstraernos de emitir el voto. Entonces ¿cómo hacemos?

 

Trabajemos entonces estas 4 ideas que nos ayudarán a resolver este problema.

 

4 ideas para elegir el candidato que nos conviene.

 

1º conócete a ti mismo antes de apretar la tecla

La pregunta fundamental de toda elección es: ¿Qué quiero para mi familia y para mí? Póngase con un papel en blanco y un lápiz y escriba qué quiere. Ahora, con eso en mente, vaya por la calle mirando carteles. Si alguno le expresa que se lo va a resolver o que lo va a ayudar a alcanzar su deseo. Ya tiene una pista.

 

2º la prueba del conocimiento del otro. 

Junte los volantes que le ensucian la entrada de su casa y mírelas/mírelos. Si los reconoce quiere decir que ya están en esta cosa llamada política, capaz que hace tiempo. Entonces se trata de alguien que ayudó a que usted esté como está. Si está contento, ahí tiene una pista. Si está en la lona, también tiene una pista. 

 

3º la prueba del nombre conocido

Si lo conoce escápele, nos trajeron hasta aquí y queremos salir de esta porquería.

 

4º la prueba de la propuesta política verosímil

A esta altura ya nos dimos cuenta que todos están vacíos de ideas, o al menos de ideas que anden cerca de nuestras necesidades. Por ejemplo, si un candidato/a a concejal/a para Capital les propone que quiere colaborar con la gente de Cerrillos o Vaqueros, obviamente tiene un problema con el GPS político. Afuera. O te propone que va a eliminar el IVA de los alimentos, por más que nosotros queremos que lo hagan, esa persona no sabe a qué se postula.

 

Están las variantes de propuestas del tipo: “voy a ser un concejal/diputade cercano a la gente”, para mi es uno de las mejores promociones porque como no lo conocieron nunca en el barrio, ahora pasa por la esquina de tierra y les pide que se acerquen al asfalto a conocerlo. Ese difícil que vuelva, gane o pierda. Allí hay otra pista.

 

Empecé diciendo que la política se define como el instrumento que tiene la sociedad para mejorar la calidad de vida del pueblo. Lo que tenemos que tratar es de evitar votar a toda persona que piense que el pueblo es él y su familia.

 

Si, ya sé, ¡NO SÉ SI QUEDA ALGUNO!