Ya está. Finalmente, luego de anular la mitad de la elección eliminando las PASO provinciales y cambiando varias veces las fechas del comicio, este domingo vamos a elegir nuestros legisladores y convencionales constituyentes.

Yo sé muy bien que, a una población de Salta empobrecida por la crisis (+50%), estas elecciones les importan poco. El hambre no espera. Y el trabajo no aparece.

 

Analicemos la posible evolución del empleo en Salta.

 

POR DONDE NO

El gran empleador salteño es el gobierno. Una enorme parte de su presupuesto se invierte en los servicios de educación, salud, seguridad, justicia y administración. Cualquier intención de aumentar esta plantilla deberá contar con un aumento de sus ingresos, cosa poco probable.

 

El campo, como fue declarado sector esencial nunca se detuvo. Ganado, cosecha gruesa y fina además del tabaco y la vid, estos últimos un poco más demandantes de mano de obra, no pueden ampliar la cantidad de empleados a menos que se impulsen nuevas actividades, como la forestal con plantaciones o alguna otra exportable, mano de obra intensiva.

 

UN POCO DE ESPERANZA

La minería es anunciada siempre como una gran empleadora, ¿será? Ayudará a mejorar la situación, pero Salta tiene que buscar otros caminos si quiere atacar la desocupación.

 

La industria en Salta comienza a moverse lentamente. Los sectores industriales ligados a la construcción privada empezaron su recuperación hace ya unos meses y algunas empresas comienzan a tomar empleados y el cemento a moverse después de la pandemia macrista. Este es un sector, la industria, que debemos potenciar si queremos atacar el desempleo.

 

LOS ANUNCIOS TAN ESPERADOS

La obra pública es empleo privado financiado por el Estado. El problema de esta generación de trabajo es que en Salta llegan a la “obra” entre un 80% y un 90% de lo presupuestado, es decir que por razones “indeterminadas”, se pierden una parte de los empleos programados. Si se corrigiera……

 

La gran esperanza está en la recuperación del comercio y el turismo. Casi destruidos por las pandemias, el neo liberalismo y el COVID-19, la cantidad de locales cerrados en los centros de cada ciudad de la provincia delatan la fila de miles las salteñas y salteños que están esperando la normalización para incorporarse a una nómina salarial y abandonar el trabajo informal.

 

La lucha contra la pobreza solo pasa por la generación de trabajo. El resto son paliativos necesarios pero ineficientes y la generación de trabajo es el resultado de políticas públicas.

 

Salta construyó a través del Consejo Económico y Social un Plan Estratégico que debería revisarse, a la luz de las dos pandemias, igualmente destructores de la economía y anticipando los impactos que el cambio climático podría tener sobre nuestra economía primarizada. y ejecutarlo.

 

En toda esta campaña no encontré un solo candidato planteando este problema con algún grado de orden y algún proyecto real. Circo, circo. “¿El pan? Esa te la debo” dijo el gobernante.