El jueves pasado se realizó un conversatorio con la Dra. Graciela Abutt Carol, organizado por FOCIS (el Foro de Observación de la Calidad Institucional de Salta).Durante el mismo la Dra. abordó la temática de la “Estructura de género y Violencia”, y cuestionó la falta de respuestas, principalmente de la justicia salteña, a las demandas desesperadas de muchas mujeres que son víctimas de la violencia de género. Incluso estuvo presente el caso emblemático de la Dra. Bruira, a la defensora oficial que fue víctima de violencia de género por parte de un juez de familia, a quien denunció pero sin respuesta por parte de la misma justicia salteña.
El jueves pasado tuve el privilegio de participar de un conversatorio, organizado por el FOCIS (Foro de Observación de la Calidad Institucional de Salta), por la plataforma digital ZOOM, y donde la Dra. Graciela Abutt Charol, habló sobre “Estructura de género y Violencia”.
Al principio de la charla, la Dra. Abutt Charol, dio una sencilla y apretada síntesis sobre la filosofía de lo que significa “Estructura de género y Violencia”, desde el punto de vista de los grandes pensadores y filósofos griegos, que marco el pensamiento en la historia occidental hasta nuestros días.
Luego hizo una breve reseña sobre las Normativas Internacional, Nacional y Provincial. Pero más que ahondar sobre eso, quisiera detenerme a lo que aportó en la charla, abriendo nuestras mentes, tal vez un poco conservadoras, y dejar paso a la curiosidad por ver con ojo crítico, esa realidad que no queremos o no sabemos ver sobre la violencia de género.
Es decir, existen las leyes que hacen a los derechos de la mujer y otras que hacen, específicamente, a la violencia de género, en numerosas tipificaciones. Con esto se ve una voluntad política para encarar la lucha para la erradicación de la violencia de género, pero lamentablemente nos encontramos con el problema que estas leyes no están permeando, como se espera, especialmente en el Poder Judicial. Y de ahí que se naturaliza la violencia de género; es como algo que sucede y que muchas veces la miramos con indiferencia. Salvo cuando se produce un hecho extremo de femicidios que, entonces sí, toma estado público y genera repudios y lamentos. Pero el daño ya está hecho. Y lo peor que muchas de esas víctimas fueron directamente ninguneadas por la justicia que no supo atender, en tiempo y en forma, tales situaciones de violencia. Y teniendo en mano todas las herramientas que podrían evitar tales desenlaces.
Y para fundamentar lo que hoy es una realidad, en el Poder Judicial, la disertante trajo a colación el paradigmático caso de la Dra. Natalia Buira, Defensora Oficial, que acusó al Dr. De Familia, Víctor Soria, por violencia de género, que la viene sufriendo desde 2018, en su ámbito de trabajo.
La Dra. Buira, hizo diversas presentaciones en distintos ámbitos del poder judicial, y estuvo vedada el acceso a la justicia. Hizo presentaciones al Defensor General, para hacerle conocer su situación como víctima de violencia; sino acudió a la Súper Intendencia de la Corte, fue a la oficina de violencia de género con una presentación a la Dra. Sandra Bonari; fue el Observatorio de Violencia, en el Poder Ejecutivo; y no obtuvo respuestas; obtuvo la desestimación de todas sus presentaciones.
Este caso de la Dra. Buira, al igual que muchos otros casos, está mostrando un panorama realmente preocupante ya que, a pesar de contar con tantas normativas sobre el tema, vemos a una defensora oficial, que conoce a la perfección las herramientas para protegerse, no las puede usar. Y entonces no queramos imaginarnos que lo que deben pasar otras muchas otras mujeres que son ignoradas o ninguneadas ante su drama de seguir sufriendo la violencia de sus parejas, familiares, jefes o funcionarios, y sin poder ser alcanzados por el derecho a la justicia.
Y de ahí que uno presupone que muchas mujeres no denuncian esos maltratos o violencia de género. Algunas por miedo, otras porque saben que no tienen un lugar donde puedan ser atendidas, escuchadas y resguardarlas de todo tipo de violencia que sufren.
Vemos muchos casos de mujeres peregrinando por los pasillos de los juzgados, y aunque saben que no van a ser escuchadas, igual insisten en seguir con sus demandas.
Además, acobarda a muchas mujeres, el hecho ya viralizado de la Dra. Natalia Buira, (y que alarma a muchos ciudadanos, generando impotencia por ello). Como la primera vez que esta defensora oficial, mujer de la justicia, fue a un Juzgado de Violencia; “y la primera sentencia que obtiene en marzo del 2021, de la Dra. Valdez, responsable del Juzgado de Violencia, que desestima la denuncia, afirmando que no existía materia tipificada”. Esto revela que hay una lógica punitiva para mirar los problemas de violencia de género, y no una perspectiva de género”, afirmaba Graciela Abutt.
Y lo peor de todo esto, la dora Abutt comentaba que pesar de contar con un respaldo de un equipo multidisciplinario de la oficina de violencia del Poder Judicial, donde expresaba que existía un riesgo grave sobre la persona de la Dra. Buira, recomendaba “…una medida protectora para ella y la prohibición del acercamiento del Juez Soria. Y con ese informe volvieron a la oficina de la Jueza de Violencia, y como respuesta ella dictamina “instar a las partes a que busquen las herramientas necesarias para lograr un diálogo constructivo. Una vez más una Jueza de Violencia, sin ninguna perspectiva de género. Pero primeramente no hay partes, se trata de una víctima y un victimario. Hay un agresor y una agredida. De manera que no se pueden trasladar categorías del derecho civil como partes de una situación de violencia. Es un contrasentido. Además cómo se le va a pedir a una víctima que busque herramientas para dejar de ser víctima de violencia… eso y decir, arréglatela es lo mismo.
“Una mujer que va a buscar protección, debe tener garantizado el derecho de vivir una vida libre de violencia. Sin embargo es imposible, dentro del Poder Judicial mismo, golpeando puertas Aseveró la Dra. Abutt.
Y la disertante fue desarrollando todos los pasos realizados para alcanzar cierta restricción de acercamiento del Dr. Soria sobre la Dra. Buira, sino que se ordenó la distribución de los distintos expedientes en otros juzgados.
Pero lo peor del caso de la Dra. Buira, es que no solamente ella era víctima de violencia, sino que incluso, a consecuencia de lo que le pasaba a ella, también la padecían las víctimas de violencias a las que ella representaba o defendía.
Y lo grave de todo este caso es lo que se puede ver, y la Dra. Abutt lo sintetizó de esta manera: “Yo lo que analice de esta causa, tiene muchísimas consecuencias. Pero la primera la imagen que tengo es que esa maquinaria simbólica judicial, va consolidando todas las violencias. No solamente de la Dra. Buira, sino las violencias que están presentes en el Poder Judicial y que no conocemos. Y esto lo va consolidando a partir de una función de auto legitimación, que va cristalizando un estado de cosas. Y va cristalizando estas relaciones de poder. Ese orden subterráneo de poder que se va reproduciendo en distintos ámbitos y que se va trasmitiendo en distintas miríadas de comportamiento e interacciones, también se traslada al Poder Judicial. Y el Poder Judicial está lejos de detectarlos, a pesar de las normativas que tenemos. Y lo que hace es consolidar este estado de caso, y también consolidando lo que llamamos violencia institucional…”
En síntesis, la charla de la Dra. Graciela Abutt Charol, abrió la mente y los ojos a muchos que por ahí no teníamos la real dimensión de lo que significa la violencia de género, salvo cuando se lo visibiliza o nos toca muy de cerca. Sin dudas que aun teniendo las normativas para combatir esto que es la violencia de género, no tenemos la apertura mental o cultural suficiente como para tomar en serio este problema y encararlo con responsabilidad social y política como amerita esta grave situación que vive nuestra sociedad.
Y en eso lo que está faltando es la perspectiva de género. Esa de la que todo el mundo habla y de la que nadie sabe mucho. Y los que menos saben son en el poder judicial. Y eso es muy preocupante; muy inquietante
De pronto, luego de escuchar a la Dra. Abutt, y el testimonio personal de la Dra. Buira, entre los que estaban participando del conversatorio, surgieron algunas ideas para visibilizar más aún la violencia de género, y comenzar a aplicar las herramientas que tenemos para combatir este flagelo que sufren muchas mujeres.
Entre otros aportes podemos destacar:
- La formación del Observatorio de Justicia de Género de la Justicia, que propuso la Dra. Sonia Escudero, para comenzar a visibilizar cada una de esas decisiones judiciales sin perspectivas de género. Además, en referencia al caso de Bruira vs. Soria, amerita un pedido de Juri. Un juez que es violento no puede ser juez, y mucho menos de familia, enfatizo Escudero.
- Armar los protocolos de prevención y actuación, propuestos por el Dr., Walter N. Bühler, dentro de las empresas e instituciones, tanto públicas como privadas, para encontrar los mecanismos resolución de estos temas. Y a eso la Dra. Abutt, agregó que era muy buena idea, y que debería conformarse dentro del Poder Judicial y el Ministerio Público, con operadores con conocimiento de perspectiva de género. Porque es algo ineludible la formación de perspectiva de género para los operadores del poder judicial y de todas las demás instituciones.
- Y mi aporte, fue la de trabajar para que como comunicador social, buscar visibilizar esta problemática y tratarla con perspectiva de género. A la vez de invitar a otros colegas y medios a que comiencen a darle un tratamiento particular a todo lo que es la violencia contra la mujer.
- Y la observación muy particular del Dr. Armando Caro Figueroa, fue que la educación siempre fue manejada por agentes del poder, y es ahí donde se debe enfocar, en la educación, para poder combatir este flagelo de la violencia de género.
Para los que tenga interés es conocer en detalle el desarrollo de este conversatorio, pueden ir directa al link que ponemos a continuación:
https://www.facebook.com/www.visorgremial.com.ar/videos/367163331804638
*La Dra. Graciela Abutt Carol, es Consejera de la Magistratura de Salta, Profesora en las cátedras Filosofía del derecho, Lógica Jurídica y Feminismos Jurídicos en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán. Patrocinante en la Amparo por la educación laica en las escuelas públicas salteñas. Además patrocinó a la Dra. Natalia Buira, que fuera agredida por un Juez de Familia.