La Organización Internacional del Trabajo (OIT) resolvió conmemorar cada 28 de abril el Día de las Víctimas Laborales, luego -en el 2003- lo adoptó como Día de la Salud y la Seguridad en el Trabajo.
Por su parte, en Argentina se fijó el 21 de abril como día nacional para similar evocación; ello en razón de que en ese día del año 1972 se sancionó la ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo (Nº 19557). Esto significa que estamos festejando las bodas de oro de esta ley: exactamente 50 años desde su promulgación por una dictadura militar. También en esta semana se conmemora la Semana de la Higiene y la Seguridad. Como se ve, no andamos muy bien a la hora de prevenir, pero a la hora de festejar y conmemorar estamos diez puntos.
Una muerte cada ocho segundos. Quince mil por día. El trabajo es más letal que las guerras. También hiere y mutila. Anualmente se registran casi 500 millones de accidentes, cerca de dos millones de los cuales son mortales; 80.000 niños mueren anualmente. Estos infortunios se producen por negligencia, no por fatalidad. La Organización Internacional del Trabajo (que difundió los datos mencionados) estima que muchos de esos dramas podrían evitarse.
No es que no existan normas al respecto, sino que se las viola (aunque en el caso de nuestro país también necesitan una urgente revisión). No es consecuencia de la pobreza ni de la falta de medios, sino de la falta de prevención. Con total irresponsabilidad se sigue todavía poniendo gratuitamente en peligro la vida de los trabajadores. El medio ambiente también corre peligro.
Ley de higiene y seguridad
La ley tiene solamente once artículos y es de carácter programático, por lo que su operatividad se asienta en el decreto Nº 351/79, que la reglamentó, y en una gran cantidad de decretos, resoluciones y disposiciones complementarias. Podríamos afirmar que la reglamentación tuvo ambiciones desmedidas que la situaron prontamente lejos de la realidad.
Solo las empresas de grandes dimensiones podían cumplirlo, y hasta ahí. Siendo que el entramado empresario argentino tiene un componente de pymes que supera el 90% del total de cada actividad, el decreto de marras solo hace escasas y confusas alusiones a la dimensión de las empresas. Si bien la autoridad de aplicación realiza tortuosas interpretaciones para disponer la aplicabilidad de algunas de esas normas a las pequeñas empresas, resulta con claridad que no fue intención de la legislación ocuparse de las mismas. Las consecuencias de no contar con una legislación que expresamente se ocupe de esta problemática causas graves daños a los trabajadores y a las propias empresas.
Cada uno de nosotros es responsable de frenar muertes y lesiones en el trabajo. Los gobiernos como deudores de una política y un programa nacional para hacer cumplir la legislación de seguridad y salud en el trabajo. Los empleadores, como responsables de garantizar que el entorno de trabajo sea seguro y saludable. Los trabajadores, procurando la implementación de medidas preventivas a través de normas legales, pero especialmente a través de la negociación colectiva.
El 28 de abril es también el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos, que el movimiento sindical celebra en todo el mundo desde 1996. Su propósito es honrar la memoria de las víctimas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, organizando en esta fecha movilizaciones y campañas orientadas a la sensibilización. El movimiento sindical reclama además que se reconozca que las normas sobre salud y seguridad en el trabajo forman parte de los principios y derechos fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo, junto con las normas relativas al trabajo forzoso, el trabajo infantil, la discriminación, la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva.