En el mundo de los paisajes geológicos, que abarcan los ambientes más variados del planeta, se destacan por su belleza las costas con fiordos.
Lo más aproximado a un fiordo en la geografía de las costas marinas es la figura del golfo. Fiordo es una palabra de origen noruego (fjord), que se difundió a nivel internacional. La costa noruega es uno de los mejores muestrarios de fiordos. Pero no la única, ya que se conocen también en otras regiones del planeta en latitudes circumpolares del hemisferio norte y del hemisferio sur. Tierra del Fuego y en especial la Isla de los Estados muestran ejemplos excepcionales de fiordos. También son destacables los de Escocia, Groenlandia, Islandia, Canadá, Alaska, Kamchatka, Patagonia Chilena, isla Sur de Nueva Zelanda, Tasmania, Antártida y archipiélagos como las islas Kerguelen, Georgias del Sur y Shetland del Sur.
Las costas escandinavas
Los fiordos de la costa noruega están grabados en el imaginario colectivo porque recuerdan a las aldeas de pescadores, al bacalao secándose al sol y especialmente la saga de los vikingos llevada espectacularmente al cine.
El martillo de Thor, Odín, Ragnar Lothbrok, Lagertha, los barcos, Floki, la piedra de navegación, forman parte de la apasionante historia de un pueblo guerrero y navegante que partía desde la península escandinava en busca de riquezas. Gigantes rubios y bárbaros que llegaban del norte frío cargados de filosas armas de acero. Su patria era precisamente esos fiordos marinos que se internaban profundamente en el continente. Los fiordos son rasgos geomorfológicos con una historia larga y compleja. En la península escandinava existen rocas que se remontan a varios miles de millones de años en el período Arcaico, seguidas de un complejo de rocas proterozoicas hasta llegar a rocas devónicas. En su mayoría son rocas ígneas o metamórficas de un viejo basamento cristalino. La península está acompañada por montañas que son producto de la orogenia Caledónica. Esta orogenia fue la generadora de montañas a mediados del periodo Paleozoico y toma su denominación del antiguo nombre de Escocia.
Rocas más jóvenes, del Mesozoico, están presentes frente a las costas de Noruega en el fondo del mar del Norte y son muy ricas en petróleo, lo que da la riqueza actual a esa nación cuya economía estaba originalmente basada en la pesca.
La pesca, los vikingos y la compleja naturaleza fisiográfica de los fiordos, hizo que los noruegos sean un pueblo de navegantes donde todos atesoran sus embarcaciones y donde es más fácil navegar que trasladarse en vehículos.
En muchos puntos de la costa, se cruza de una margen a la otra de un fiordo luego de subir los autos en embarcaciones especiales que los trasladan.
Qué es un fiordo
Un fiordo es una gran geoforma producto de la concurrencia de varios fenómenos geológicos y climáticos. Como se comentó fiordo es un término noruego universalmente adoptado para un brazo de mar de cierta extensión, caracterizado por una disposición más o menos rectilínea, laderas rocosas empinadas y grandes profundidades en una región de costas elevadas que sufrieron englazamiento.
Originalmente se trataba de valles fluviales con su característica forma en "V" que descienden en función de la pendiente desde una región elevada hasta el mar. Luego esa región quedó cubierta por un espeso casquete de hielo durante las grandes glaciaciones del período Pleistoceno. El peso de los hielos hundió la corteza terrestre por la carga generada. El avance y retroceso de los hielos hizo que los valles fluviales fueran ocupados por glaciares.
Los procesos de erosión de las rocas son completamente distintos cuando se trata de agua líquida y cuando se trata de hielo. Este último tiene un enorme poder abrasivo en función de que se desplaza arrancando rocas que incorpora en su base y paredes laterales para formar una extraordinaria amoladora geológica. Los valles en "V" gracias a la potencia erosiva del hielo, se convierten en valles en "U" o valles en artesa.
Este formato morfológico queda en evidencia al retirarse los hielos de sus glaciares interiores. Los fiordos son entonces valles glaciarios que han sido inundados por el mar. Su profundidad puede estar entre 200 o 300 m. aunque se conocen algunos ejemplos que llegan hasta 800, 1.300 y 1.500 m de profundidad. Generalmente en su desembocadura la profundidad se reduce hasta algunas decenas de metros ya que allí se suele encontrar parte de las morrenas frontales que transportaba el antiguo glaciar. Es el umbral del fiordo. Hacia el interior es un valle rectilíneo, marino, con paredes muy abruptas.
Las vistas desde la parte superior de los fiordos, donde normalmente existen observatorios, es atractiva para quienes no sufren de vértigo. Uno de esos lugares realmente espectaculares en Noruega es el Púlpito, que hace referencia a un púlpito de iglesia, una profunda saliente en la roca que se desploma a pique y alcanza los 600 m de altura de caída vertical. El Púlpito o Preikestolen se encuentra situado en el Lysefjord y se hizo famoso porque allí se rodó la escena de la persecución en helicópteros de la película Misión Imposible.
Hoy es un lugar muy visitado con una afluencia de unos 100 mil turistas por año. Los fiordos son perfectamente navegables no solo por pequeñas embarcaciones sino también por otras de gran tamaño. Barcos turísticos del tipo cruceros y también buques cargueros navegan sin inconvenientes por el interior de los fiordos. Además, los noruegos, como sus antepasados vikingos, son afectos a toda clase de embarcaciones y en sus casas que dan al mar tienen anclados yates de los más diversos tamaños.
Paisajes extraordinarios
En 2006 el suscripto fue invitado a disertar en la Universidad de Stavanger sobre cuestiones de geología, minería e hidrocarburos de la región andina.
Entre las actividades, se tuvo la fortuna de navegar en el interior de los fiordos y remontarlos aguas arriba en una experiencia única por la magnificencia del paisaje.
Es interesante resaltar que al retirarse las calotas glaciares que cubrían la península escandinava se produjo un efecto rebote elástico de la corteza que sufría la deformación del peso de los hielos. La corteza busca así su equilibrio.
Lo mismo pasó en la cordillera patagónica con los hielos continentales que alcanzaron su máximo esplendor unos 25 a 20 mil años atrás. Es lo que se conoce como el Último Máximo Glaciar (LGM). Al retirarse los hielos continentales comenzó ese rebote isostático de la corteza que en el caso de la cordillera Patagonia austral se considera el mayor del planeta con valores que alcanzan los 20 mm por año.
Argentina tiene ejemplos espectaculares de fiordos de clase mundial, especialmente en la Tierra del Fuego y en la Isla de los Estados.
Esta isla se ubica en frente de Tierra del Fuego y está separada por el peligroso Estrecho de Le Maire, con sus aguas batidas, famoso por los naufragios que lo convierten en un cementerio de barcos hundidos. Es el paso obligado cuando se navega rumbo a la Antártida antes del alcanzar el Estrecho de Drake.
La Isla de los Estados presenta la particularidad de ser el único lugar de Argentina cuyas costas están en su mayoría ocupadas por fiordos tal como lo ha expuesto en numerosas publicaciones el Dr. Jorge Rabbasa, máximo especialista argentino en el tema de geomorfología glaciar.
Se han realizado importantes estudios de los fiordos australes de Argentina. Se trata en todos los casos de artesas glaciales fuertemente sobre excavadas, inundadas por el mar luego del ascenso glacio - eustático postglacial, abiertas al océano solamente por su extremo topográficamente menos elevado, donde se encuentra habitualmente un umbral rocoso sumergido, mientras que hacia su extremo interior se desarrolla frecuentemente una pared rocosa muy abrupta.
Generalmente el mar embravecido y las altas latitudes, frías, en que se encuentran los fiordos los limitan en algunos casos para el turismo.
La Isla de los Estados fue utilizada por su dura geografía como lugar de presidio para criminales peligrosos en la última década del siglo XIX.