Tomemos un poco de perspectiva. A los funcionarios que le dieron a la Argentina un prestamos millonario para que un gobierno gane una elección que perdió, que tenía que devolver y no pudo devolver, a estos funcionarios los “castigaron” con ascensos. Christine Lagarde es ahora Presidenta del Banco Central Europeo y Mauricio Claver-Carone Presidente de Banco Interamericano de Desarrollo. Conclusión, lo que hicieron estuvo bien a los ojos de sus jefes.

 

Los mismos jefes directores que dieron los ascensos anteriores, mismo territorio, diferentes actores.

 

En reunión se dieron cuenta que al circo de Vialidad se le cayó el mástil central y los gorilas están a oscuras. Todas las pruebas que prometieron se escaparon como arena de circo entre los dedos. Los trapecistas transpiraban profusamente y hartos de cambiarse las camisas, decidieron no ser testigos falsos. Las pesas del hombre más fuerte del mundo eran verdaderamente pesadas como las carreteras observadas en Santa Cruz y los lanzadores de cuchillos, todos peritos contables, no acertaron a encontrar ningún balance desbalanceado. Mientras el techo venía cayendo, al mago se le escapan los conejos, las palomas blancas se destiñen a negro y los naipes marcados se le mezclan con los expedientes truchos.

 

Entonces, esos jefes vieron que el público comenzaba a salir por la puerta, que reclamaban sus entradas diciendo, a esto no vuelvo más. Se dieron cuenta que ya no podían continuar con el circo. El domador Luciani, viendo que el techo se desplomaba, guardaba su látigo de utilería, para emprender la retirada sobre un caballito de calesita.

 

Los jefes se preguntaron que cómo seguía esto. ¿Cómo lo hacemos seguir?

 

El pueblo, eso que ustedes llaman pueblo, hablaba de ocupar pacífica y alegremente las calles en defensa de Cristina y comienzan a ver una oportunidad. Lo llaman a Luciani nuevamente y le dicen que lea este escrito literario, este cuento imaginario. Se cambia en su personaje de payaso y lo lee, sin hacer reír a nadie. (Los jefes piensan, tal vez si hubiéramos llamado al “sin dientes”)

 

Segundo acto, la bestialidad de lo leído no deja lugar a dudas y habría que enjuiciar al Fiscal, y dar por terminado el juicio, sobreseyendo a los acusados ante la falta del delito. Pero, ¿qué sucede si los medios comienzan a insistir que un cambio en el destino del juicio se debe a las manifestaciones callejeras, a la presión social sobre estos pobres jueces indefensos?

 

En ese momento se impondría la palabra IMPUNIDAD. Y llamaron a los medios.

 

En eso llegó Alberto. (Parafraseando a la canción, y a Aliverti, que escribió una columna excelente en Página 12). Y se despachó con la desafortunada comparación de fiscales.

 

Intromisión, impunidad, Indulto, repiquetean a lo largo y ancho de los titulares más difundidos, la cosa venía muy mal cuando….

 

En eso llegó Larreta. “Con un carro y dos tranvías, para toda la familia encarcelar”, literalmente. Hay árbitros a los que les dieron una corneta y no es lo mismo. Y el pueblo, ese que ustedes (nosotros) llaman (llamamos) pueblo, es brillante. Les pusieron trampas en el camino y no cayeron. Los provocaron y solo se defendieron. Los empujaron y resistieron. Se parecieron a Pappo Napolitano (nunca a Lito) con el “nadie se atreva…”.

 

Hoy, con lo anterior en desarrollo y la bala del millón a favor nuestro, (una en un millón falla) todo cambia. Sabemos que a esto vienen. A arrancarnos todo y sabemos que ellos saben que CFK es la última barrera, la voluntad de lucha necesaria y reconocida, para enfrentarlos y ganarles. Podemos negociar alguna cosa para ganar tiempo, pero tenemos que cambiar de rumbo. Urgente.

 

Este 1º de septiembre atentaron contra Cristina. El asesino Sabag Montiel retiró el velo de un montón de argentinos que lloran su fracaso, el de Montiel, y lo cuentan por las redes. Otros guardan silencio y muchos disimulan su frustración con escritos de compromiso.

 

Creo que somos muchos más los que apostamos a la vida siempre.

 

¿Qué nos hace pensar que aquellos que ordenaron las muertes de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, los bomberos de Iron Mountain, entre muchos, se van a detener?

 

Apostemos a la vida, a la paz, pero cambiemos el rumbo, que los gorilas se están escapando de la carpa.

 

Allá arriba y lejos, observan con baba en la boca las riquezas argentinas, miran la gente en las calles por las redes, cantando, con trapos pintados, indicando los responsables, defendiendo lo amado y uno le dice a otro, “es la yegua”, otro responde “no, es la economía” y al fondo un viejo con su pipa y su gesto de agotado les sentencia; “no, muchachos, es el peronismo”

 

Todos unidos triunfaremos.