Cuando el mes pasado Cristina en La Plata dijo la frase que titula este artículo, nadie se imaginó lo que sucedería ayer 6 de diciembre. Nuevamente CFK camina varios pasos por delante de todos, como en el 2019 para ganar la elección.

Claro, en La Plata todos salieron con la idea de que la candidata era ella. Todos quiere decir todos, propios y extraños anticiparon por entonces que era el anuncio de su postulación. “Todo en su medida y armoniosamente” nos dijo.

 

Pero si ella viene diciendo desde hace años que la sentencia ya estaba escrita, lo de ayer no pudo caerle de sorpresa. No es que los jueces la agarraron distraída con una condena absurda.

 

Pero entonces ¿esto es lo que tendría que hacer? ¿Así recuperaremos los sueños? Digo, porque ayer en las plazas de todo el país lo que se perdieron fueron los sueños, esos regados con ilusión, con cantos y silencio atento, en La Plata.

 

Pasemos en limpio:

 

Este fin de semana se supo públicamente, que la banda político-espía-judicial había sido invitada por el Grupo Clarín a pasar unos días en lo de Lewis, con viajecito en helicóptero incluido.

 

Se sabe todo menos lo que hablaron en la reunión. Aceptar esa invitación es un delito. Punto.

 

Aunque parezca absurdo, porque pudieron quedarse con millones de los “Dólares Futuro”, de los empréstitos a 100 años, de las autopistas “del Curro” y los parques solares, con las vidas de los docentes explotados en una escuela y las escuelas cerradas. Podrían hacer mil iniquidades más, de un volumen enorme, como traernos al FMI, pero puede que un viajecito de morondanga los amenace realmente. Son mafias y el secreto y la extorsión son su fuerte.

 

Son mafias y como Al Capone, puede que caigan por una simple “evasión fiscal”, una dádiva pedorra (disculpen).

 

Este martes 6 se supo que CFK no va a participar de la próxima contienda electoral por una razón muy simple, a una parte importante de la población los detalles, aunque sean groseros, del juicio la tienen sin cuidado, ellos quieren llegar a fin de mes y no llegan y no solo eso, sino que este gobierno pusilánime coquetea con sacarle los planes a los pobres, pero no tocar a los ricos. Ellos, los de “abajo”, a Cristina la quieren mucho, pero “cómo justificar su riqueza” le preguntan en TN o LN+, tampoco saben que le hicieron 3 juicios por enriquecimiento ilícito, siendo sobreseída (encontrada inocente) en todos, con el agravante de que está prohibido enjuiciar a una persona dos veces por el mismo delito. Aquí fueron tres los juicios. Todo mal.

 

Ese tercio “grande” de la población, que le gusta decir que es neutra, que no se mete en política o que al final “son todos iguales”, el título de “sentenciada” le iba a resultar negativo. Es decir que, en La Plata, sabiendo, porque nos lo dijo en Redes Sociales, que la sentencia ya estaba escrita, puede que la decisión no hubiera estado tomada, pero por allí le rondaba la idea. Ese tercio grande definirá las elecciones del 2023, tenerlos en contra para satisfacer al tercio adicto era un error y no lo cometió.

 

Lo que dejó en claro para que tomemos ese dato y lo usemos como estandarte ante ese tercio apático, es la claridad conceptual con que explicó la connivencia, la, ahora sí, asociación ilícita, la corrupción, la manipulación de las causas judiciales, poniendo nombres propios, vínculos familiares, vínculos comerciales de algo que se vio en pequeña muestra con el caso Stornelli. La peligrosa asociación entre medios, espías, funcionarios políticos de gobierno, jueces y fiscales.

 

Lo de D’alesio-Stornelli-Bonadío es, al final, una pequeña muestra de cómo, si molestás, no acatás sus órdenes, te perseguirán hasta el final. Cristina lo puso bien claro: la asociación de Magneto con Macri, con Lewis y probablemente “el norte” que siempre hay que mirar (Cristina Dixit) dominan la corrupción de la Argentina y para enfrentarlos hay que tener unos ovarios muy grandes.

 

¡Mascota suya jamás!

 

¡Que capa!