Un mago siempre utiliza las dos manos para engañar tus sentidos. (Honor al gran René Lavand, que todo lo hacía con su única mano izquierda)
“Nada por aquí, nada por acá” te decían y de repente un conejo, una flor, un naipe.
Y uno atento, sabiendo que se trataba de un truco, trataba de descubrirlo. Pero nada, incluso hoy en la época de Youtube o Instagram que te permite repetir su visualización.
Cada mano expresa una intención. Esta va a hacer el “pase”, esta otra te distrae moviendo sus dedos diestramente, haciéndote creer que allí se esconde la magia.
Atención, el truco necesita de las dos manos. Un objetivo, dos manos.
El gobierno de Javier Milei necesita permanentemente del mismo concepto.
Pero permiso, voy a ir un poco más atrás.
Por décadas hemos hecho esfuerzos para acceder a derechos de primera, segunda, tercera y cuarta generación. El hecho de llamar a así a estos derechos humanos implica un orden de nacimiento. Para que haya derechos de cierta generación, tienen que haberse cumplido los de las generaciones anteriores.
“Derechos civiles y políticos; derechos económicos, sociales y culturales; los que corresponden a grupos de personas o colectividades que comparten intereses comunes; y aquellos relacionados con el desarrollo tecnológico” ONU.
El reconocimiento de la existencia de un derecho implica cierto compromiso del estado a proveer las condiciones de accesibilidad a dicho derecho. Es decir que implica una inversión.
Implica también que los derechos anteriores, de generaciones anteriores, están cubiertos. Inversiones previas, un activo social.
La destrucción que este “Topo” pretende tiene el objetivo de acabar con todo gasto que no se considere positivo, en el sentido de generar ganancias. Pero tampoco es solo eso. Porque a empresas estatales que dan ganancias también quieren privatizarlas.
Son las dos manos del mago. Cuando te distrae “sectorialmente” colectividades, mujeres, universitarios, el que sea, con la otra mano va destruyendo el capital económico y social que a lo largo de estas décadas la Argentina ha construido. Como un parto hemos pujado contra viento y marea para dar a luz una sociedad más igualitaria a la que Milei y los suyos quieren matar.
Ejemplo:
Con la mano derecha lo mandan a Venegas Lynch a intervenir la Universidad de las Madres y con la izquierda pone en venta, de la mano de Elztain, el mayor desarrollador inmobiliario de la Argentina, los bienes del Estado. Así, porque sí.
Y para todo esto tiene un gran argumento. Grande como falaz. No podemos defender los derechos de las minorías si no cumplimos con atender los derechos de las mayorías, como la comida.
Entonces el proceso es hacer pasar hambre al 50% de la población, o más, para eliminar el Ministerio de la Mujer, o los programas de protección contra la violencia de Género, o los planes alimentarios. Hacer fracasar al estado allí donde vamos a destruirlo.
A Messi lo hacen jugar de defensor y como no anda lo sacan del equipo. Esto en cada rubro.
Pero todo es el mismo acto de magia concreta. El conejo va a salir de la galera moviendo las orejas. Pero no lo vamos a poder comer, porque es solo para el acto de magia. Si querés comer,…… vendé un riñón, o un hijo.
¿Qué, acaso no lo propuso?
Pero vos seguís esperando que las cosas cambien. Solo van a cambiar si te involucrás en tu defensa. Tu propia defensa y la de tu familia. Solos, solos no saldremos adelante.
¿Cuál sería el objetivo?
El enriquecimiento infinito de unos pocos, no de vos no, a costa de la casi totalidad del resto.