Cuando el Presidente Alberto Fernández brindó su discurso el último domingo se encargó muy bien de reiterar que lleva solo 81 días en el Gobierno.
Fue necesario porque se le piden resultados imposibles.
Sin embargo el discurso fue mucho más que un “paren la mano que el partido recién empieza”.
Para quienes escuchamos el discurso de asunción a la presidencia del 10 de diciembre último, éste del domingo fue la continuación de un plan de gobierno en marcha. No fue solo “qué vamos a hacer” sino que mostró iniciativas impulsadas concretamente.
Tarjeta Alimentar a 1 millón de familias.
Bajó la Tasa de Interés del Central de un 63% al 40% en un lapso muy breve.
Aumento de $4000 para los estatales con menos de $60.000
Incremento Salarial en el sector privado que implicó un 16% de aumento para los ingresos más bajos.
Bono de Emergencia para los jubilados
Reducción de la Tasa de Interés de los Créditos de ANSES
Moratoria de la AFIP
Nueva línea de Crédito para PyMEs desde el Banco de la Nación
Doble indemnización para los despidos sin causa
Relanzamiento del Precios Cuidados y del Ahora 12
Congelamiento de tarifas, combustibles, peajes y transporte publico
Relanzamiento del Programa Remediar
Reconstrucción de los sistemas de control de precios en la cadena de distribución.
Paro aquí para no aburrir.
No todo está andando de maravillas, por supuesto. Pero mi opinión es que vamos en el camino indicado. Tratamos de salir de una economía especulativa, que hundió al país en 4 años, a una economía basada en la producción y el trabajo genuino.
El Concejo Económico Social irá en ese sentido.
Necesitamos recuperar el convencimiento de que nuestras manos y nuestras mentes aplicadas apropiadamente, producen el bienestar de nuestras familias. Recuperar la mística de la educación como articuladora del ascenso social.
Necesitamos, sobre todo, un Gobierno que nos devuelva la Justicia. Justicia secuestrada por los plutócratas de turno, por los expedientes del Cuchi Leguizamón.
Justicia que tiene como resultado a cárceles llenas de “mulas” transportistas y ni un traficante adentro. Tenemos que comenzar a ver que quién se lleva una comisión tomando un préstamo para el Estado es tan corrupto como el que pide coimas para aprobar un trámite. Aunque el primero parezca legal.
Pero son solo 81 días. ¡Ni tres meses! Escucho los discursos, coinciden las acciones. Vamos bien.