En general soy optimista, diría que soy un optimista empedernido. De esos que va perdiendo 3 a 0 y cuando faltan 3 minutos y te tienen contra el arco piensa que podemos dar vuelta el partido. “¡Que no decaiga el ánimo, muchachos!”.
La semana pasada escribí un artículo en
https://felixgonzalezbonorino.wordpress.com/2020/03/17/crisis-y-destino/ donde
expresaba mi esperanza sobre el impacto que el coronavirus podía tener en nuestra sociedad. El impacto sobre un impulso solidario que cambie tanto neo liberalismo elitista.
Desde entonces escucho por todos lados la palabra oportunidad. La mayor parte de los comunicadores entendieron que existe un desafío tremendo y que teníamos que reconstruir el Estado.
Se entendió que la economía argentina y global caerá en un pozo profundo adonde ya estaba llegando a base de conflictos entre China y los EEUU, la baja del precio del petróleo, el desempleo, las crisis migratorias y en nuestro caso la terrible negociación pendiente por la Deuda Externa. (No menciono la herencia, bue! Mejor si, la herencia macrista también) Y se cayó en cuenta que el gran actor es la Política y su articulador principal, el Estado.
Entendimos entre todos que “de esta salimos juntos, entre todos, o no salimos”. ¿Cuántas veces lo escuchamos? Desde el presidente hasta el almacenero vamos repitiendo la frase.
Tiempo de cuarentena
Dándole vueltas al control remoto llego a TN. Algo me hizo que me detuviera en esa plataforma. A mi esposa le gusta escuchar distintas opiniones. Ella es más optimista que yo aún, porque cree en la bondad humana. Yo en cambio pienso que el veneno tiene gusto a veneno y que si no tiene gusto, al final te mata igual.
Se discutía la importancia de la cuarentena y de ser estrictos sobre su cumplimiento, todos bien alineaditos con el discurso oficial, casi universal.
Un comentarista toma la palabra, no sé quién era: Situación
Se arrima a la punta del sillón con un entusiasmo visible, se vuelca hacia adelante, casi rompiendo el distanciamiento recomendado y nos lanza “lo que hay que entender es que la cuarentena, esta cuarentena estricta, es buena para nosotros mismos, somos nosotros los que nos cuidamos. Te cuidas vos y tu familia, ¿entendés?”
No es novedad, este canal de desinformación hace culto del individualismo, del “sálvate vos que el otro se joda”. Todos en ese canal seguro que se tiran primeros a los botes del Titanic. (Bueno habrá algunos que no) Aquí es donde me digo que necesitamos mucho tiempo para producir un cambio de paradigma que anteponga el bien común sobre el individual, como ahora nos obliga esta pandemia. Que nos organicemos en Comunidad, porque nadie puede sentirse realizado en una Comunidad que no se realiza.
(¿A quién se lo escuché?)
Cuarentena, la cosa es grave, cuidémonos todos.