La Cámara de Diputados convirtió en ley, por amplia mayoría, la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la eliminación de la violencia y del acoso en el mundo del trabajo, lo que coloca a la Argentina como el tercer país del mundo en adherirse. El proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo al Senado de la Nación obtuvo la media sanción en junio y en la sesión del 11 de noviembre obtuvo la aprobación con 241 votos a favor, 1 en contra y dos abstenciones. Argentina, después de Uruguay y Fiji, es el tercer país en ratificar el Convenio 190.

 El convenio, tratado y aprobado, entrará en vigor el 25 de junio de 2021, y considera a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo como una "violación o abuso de los derechos humanos"; definiendo como "violencia y acoso" en el mundo del trabajo a "un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género".

 

El plenario legislativo contó 241 votos favorables para darle fuerza de ley a la ratificación de este convenio, que fueron aportados por el Frente de Todos, Juntos por el Cambio, los interbloques Federal, Unidad para el Desarrollo, Movimiento Popular Neuquino y el Frente de Izquierda.

 

Ese convenio fue aprobado en la Conferencia Internacional del Trabajo que se realizó en Ginebra en junio de 2019 por representantes de gobiernos, sindicatos y empresas de los 187 países miembros del organismo.

 

El convenio que entrará en vigencia en junio de 2021 alcanza a trabajadores y trabajadoras –cualquiera sea su situación contractual– pero reconoce que las mujeres son las más expuestas a la violencia y al acoso laboral y, sobre todo, quienes se encuentran en situaciones más vulnerables, realizan tareas nocturnas o son migrantes.

 

La norma contempla que el trabajo no siempre se realiza en un lugar físico específico, por lo que sus disposiciones abarcan las comunicaciones profesionales, en particular las que tienen lugar mediante tecnologías de la información y la comunicación.

 

En Argentina, existía jurisprudencia que reconocía la violencia y el acoso laboral como incumplimiento de las obligaciones patronales y violación de los derechos humanos, pero el Convenio 190 fija un marco común y claro para prevenir y abordar esta problemática con un enfoque integral, que tiene en cuenta las consideraciones de género.

 

Al abrir el debate, la presidenta de la comisión de Legislación Laboral, Vanessa Siley, destacó el compromiso del presidente Fernández para que se ratifique el convenio de la OIT y señaló que diputados de diferente extracción política también presentaron la iniciativa con aval de la norma del organismo internacional.

 

"Hoy es un día muy importante porque la ratificación de este convenio para la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, convertiría a la Argentina en el tercer país del mundo en ratificarlo", apuntó.

 

Aseguró que "fue clave la tarea desarrollada por la red intersindical para lograr el Convenio de la OIT" y señaló que el instrumento "está en armonía" con la Constitución Nacional buscando "condiciones dignas de trabajo".

 

En su discurso, destacó que varios provincias y la ciudad de Buenos Aires ya "tienen leyes para erradicar la violencia laboral" y resaltó que el convenio de la OIT considera que la violencia "es una práctica inaceptable", y la define en un marco de actuación muy amplio, incluyendo no solo a asalariados sino también a aquellos que no tienen trabajo, los que buscan empleo, los pasantes y aprendices.

 

Desde la oposición, el vicepresidente de la comisión de Legislación de Trabajo, Albor Cantard, aseguró que Argentina "es una de las primeras en sumarse a la ratificación de este convenio tan importante que busca la eliminación de la violencia y el acoso en el trabajo y recordó que "es la primera norma internacional jurídicamente vinculante".

 

"De ahí la importancia de esta ratificación y de los deberes y obligaciones que la Nación asume a partir de que este texto pasa a ser parte integrante de nuestra legislación nacional”, completó.

 

Pero además aclaró que "el lugar de trabajo no queda limitado al ámbito específico laboral, sino también a aspectos territoriales que pueden darse en la calle, en lugares de celebraciones comunes e incluso a través de comunicaciones de manera virtual”.

 

En tanto, la diputada de Consenso Federal, Graciela Camaño, aseguró que "es un mérito de las sindicalistas argentinas o asesoras que trabajaron para que se logre este convenio de la OIT" y sostuvo que este instrumento "protege a los trabajadores y los trabajadoras y el ámbito de aplicación que tiene la Convención lo convierte en una tutela perfecta".

 

Por su parte, la diputada del PRO Silvia Lospenatto destacó "el rol de la red intersindical para lograr la aprobación del convenio de la OIT" y recordó que este convenio se firmó en el gobierno de Mauricio Macri y "el Gobierno argentino trabajó para que se concluyera favorablemente”.

 

La legisladora de izquierda Romina del Pla destacó al votar que el convenio "protege a los trabajadores y, en especial, a las mujeres y diversidades sexuales".

 

La Diputada sindical Vanesa Siley (Corriente Federal de Trabajadores en la CGT)

Al respecto del proyecto aprobado, la diputada sindicl Vanesa Siley agradeció y pidió reconocimiento para la labor de las mujeres sindicalistas de las tres centrales sindicales.

La diputada Siley, referente de la agrupación Mujeres Sindicalistas (Corriente Federal de Trabajadores en la CGT), aprovechó su intervención para resaltar el esfuerzo prácticamente invisible (o invisibilizado) que hicieron desde la Red Intersindical.

 

"Todo esto no hubiera sido posible sin la Red Intersindical para la eliminación de la violencia laboral, conformada por más de 100 organizaciones sindicales de las tres centrales obreras. No hubiera sido posible sin todas las mujeres sindicalistas. A ellas un agradecimiento, un reconocimiento y un pedido: que sigan luchando, es a través de esa lucha que se conquistan derechos. Ayer y hoy, en 1951 y en 2020."

 

"Es un convenio que viene a cambiar el paradigma laboral porque incorpora al Estado como empleador, al sector público y esto fue un pedido de la Internacional de Servicios Públicos. Incluye perspectiva de género, incluye a las minorías, incluye también a la violencia de terceros que no estaba incorporada en el eje nacional. La violencia de los pacientes, clientes, proveedores. Incorpora el concepto mundo del trabajo que escapa del lugar de trabajo, incluye espacios públicos, privados y hasta virtuales alrededor del trabajo. Además incluye la violencia doméstica, con licencias, trabajo flexible, protección temporal contra despidos. Incluye a la economía formal e informal, urbana y rural. Es un convenio muy amplio que incluye todo tipo de acciones que vivimos a diario.", explicó Rivera.

 

"La violencia laboral la sufren tanto mujeres como varones. La de las mujeres ahora está más visibilizada porque las mujeres denuncian pero los varones la naturalizan por la cultural patriarcal en la que vivimos. Si un hombre hace una denuncia queda como "menos hombre", muchos te dicen 'Yo lo arreglo a las piñas', pero eso puede empeorar las cosas para el trabajador.", deja como reflexión final