El Ministerio de Salud Pública de Salta acordó, junto a la cartera sanitaria nacional y a las de las provincias, diferir por 12 semanas la inoculación de la segunda dosis de las vacunas contra la COVID-19.

El consenso de las 24 jurisdicciones se produjo en el marco de la reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA), en la cual las máximas autoridades sanitarias del país tomaron las sugerencias de los miembros de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN) y del Comité de Expertos que se reunieron para analizar la evolución de la pandemia.

 

Por tal motivo, es importante destacar que aquellos vecinos que tenían fecha para la aplicación de la segunda dosis posterior al 26 de marzo, deben esperar un intervalo mínimo de 3 meses para administrarse el segundo componente de la vacuna.

 

El objetivo de esta medida es proteger con el primer componente, a la mayor cantidad de personas con factores de riesgo, para reducir el impacto de las hospitalizaciones y de la mortalidad.

 

La jefa del programa de Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud, María Paula Herrera, manifestó que “el esquema de vacunación de la mayoría de los biológicos contra la COVID-19 están constituidos por dos dosis, pero se sabe que, con la administración de un componente, la persona alcanza un nivel de inmunidad aceptable, lo cual permite prevenir la enfermedad grave y la muerte por COVID-19”.

 

Además, la infectóloga explicó que el diferimiento de la vacunación es una estrategia de Salud Pública que no solo se ha implementado en la Argentina y que busca garantizar el acceso a más personas de riesgo.