Desde que comenzó a golpearnos brutalmente la pandemia del coronavirus, el Estado ha tomado una serie de medidas para combatir este enemigo invisible que atenta contra la salud de todos los habitantes. Pero es la SOLIDARIDAD, la herramienta más poderosa que tenemos para combatir este mal, dio muestra espontánea en una pequeña localidad del norte de Salta, Urundel, cuando por iniciativa de una vecina del lugar, Alejandra Caliuolo, muchas más comenzaron a imitarla para confeccionar barbijos que entregan al hospital local.
Alejandra Caliuolo, una maestra jubilada y residente en la localidad de Urundel, al norte de la provincia de Salta, en el Departamento de Orán, comenzó a confeccionar, desde su aislamiento social obligatorio unos barbijos para entregar al hospital de la localidad.
Según ella, “Creo que todos estamos obligados a contribuir en la lucha contra la pandemia del coronavirus. Y como primera medida dando cumplimiento al aislamiento social decretado por el señor Presidente, para cuidarnos y cuidar a los demás del contagio de esta enfermedad letal que tantos contagiados y muertos ha provocado en todo el mundo. Y por eso es que, aun en nuestro aislamiento sanitario, pensé que una forma de contribuir a esta lucha nacional por la salud de todos, era dar paso a la creatividad en tiempos de cuarentena, haciendo los barbijos caseros que decidí donarlos a nuestro hospital local”.
Pero lo que pareció una idea asilada, se viralizó y en tono de solidaridad comunitaria, muchas otras mujeres, desde su hogar, comenzaron a imitar a Alejandra, y se puso en marcha la concreción solidaria para confeccionar más barbijos que ya se están entregando al hospital, para que puedan usarlos los trabajadores de la salud local que estaban carentes de recursos como este elemento que es fundamental para la bioseguridad del recurso humano que son los héroes invisibles que luchan a brazos partido por la salud integral de esta pequeña localidad norteña.
Ojala muchas mujeres y hombres, de toda la provincia, se involucren en la lucha contra el coronavirus; primero cumpliendo responsablemente con la cuarentena en sus casas; y luego con su aporte solidario como las que hemos mencionado con las mujeres y hombres de Urundel.