Por el DÍA DEL PERIODISTA, estimado Colega, yo quiero homenajearte
En esta oportunidad, quiero repetir un artículo que he escrito el año pasado. Y no por viejo deja de tener total vigencia en este año. Siguen los mismos anhelos; las mismas esperanzas y con las mismas fuerzas para seguir en la lucha, muy a pesar de las dificultades que vive nuestro amado pueblo argentino. No vamos a bajar los brazos; al contrario, va a contribuir por un cambio en todos los estamentos de la sociedad argentina, pero queremos que sea con el aporte y el sacrificio de todos para que fomentemos el crecimiento y el desarrollo en forma equitativa y solidario en un país federal.
A vos, en quien reconozco el valor de este noble oficio, quiero homenajearte en este día tan especial, estés donde estés.
Y en ese sentido, quiero también recordar a todos aquellos que partieron, físicamente, para siempre, pero quedaron en la sentida presencia de la memoria y los afectos.
Recordar hoy, el DÍA DEL PERIODISTA, es traer a nuestra mesa de trabajo todas esas historias que fueron mostrando la realidad de una sociedad que busca canalizar, en nosotros, los sinsabores y los momentos de crisis y de impotencia, ante un país y una provincia que se debate entre el futuro y la nostalgia. Como ahora, con un gobierno nacional que ataca a la prensa como enemigos por el solo hecho de no pensar cómo él.
Pero con la verdad, ejercemos esa libertad que consolida y fortalece la democracia, que tanto nos costó conseguir y preservar.
Hay que sacar fuerzas de las debilidades, luchando en medio de una selva que se devora, sin pudor ni remordimiento de conciencia, el sueño de un futuro mejor de millones de argentinos, ante un ajuste del gobierno nacional que va desde lo social, lo económico, a la quita de derechos que o bastardeo y falta de respecto de las instituciones de la República. Esto va minando esa esperanza, al ver que los esfuerzos por salir adelante no son compartidos sino solamente con el esfuerzo de los más pobres, niños y jubilados, con el objetivo de alcanzar un superávit fiscal que unos pocos privilegiados no son alcanzados.
Por eso, colega periodista, quiero homenajearte.
Porque con tu aporte hacia el sufriente; el enfermo o sin trabajo; además de temerosos de no llegar al otro día, aún seguís siendo la voz de su silencio dolido y profundo.
Porque seguís tenido fuerzas para seguir adelante con la pluma, la voz o video; aunque también tengas que compartir el mismo camino, cuesta arriba de las injusticias.
Y gracias a esa osadía de ir construyendo todas esas historias, vas sembrando y consolidando los valores democráticos; enfrentando con vigor todos los procesos de cambios, tanto en lo social como en lo cultural, económico o político.
Todos somos testigos de conductas intolerantes; las que queremos que dejen de ser la moneda corriente, para construir nuevas y fecundas relaciones con el otro.
Y por ello, siendo fieles a nuestra profesión, debemos trabajar, con objetividad y responsabilidad, por una Salta justa y solidaria, con inclusión.
Como comunicadores, hay nuevos horizontes de la información y el conocimiento, para todos. Para eso hay que defender, además de la libertad de prensa, los medios que hacen a la democratización de la información y para los ciudadanos sin distinción, en cada rincón de nuestro país.
Y con cada vivencia, propia y extraña, todos palpan la realidad de estos tiempos difíciles; con un futuro tan incierto como el presente.
Seguro que, en estos tiempos, habrá que apelar al profesionalismo de cada uno y ayudar a que se garantice una sana convivencia social y política. Pero siempre con dignidad; y luchar contra la precarización de la gran mayoría de nuestros colegas. Porque defender una de las profesiones más cara a la democracia, es defender la salud institucional de la república, con pleno derecho.
Por eso deseo, desde este humilde espacio comunicacional, que el DÍA del PERIODISTA sea un momento para la reflexión para comenzar a revalorizar nuestro rol.
Y repito, quiero homenajearte a vos colega. Para que juntos logremos poner las bases de una nueva sociedad; y de cara a los nuevos desafíos de nuestro mundo presente y proyectarnos hacia el futuro
Porque de nosotros depende el mismo, para nosotros y el de nuestros hijos y nietos.
Agustín Piñeyro
VISOR GREMIAL DE SALTA
