Apenas seis meses pasaron desde el cambio de gobierno. No dudo en decirlo, para mí fue el cambio más esperado. No solo nunca creí en la bonhomía de Mauricio Macri, sino que entendí y me ocupé de transmitirlo, que las políticas que iba a instrumentar iban a ser nefastas para la Nación, más aún que para el país. Y lo fueron. Muchos anticipamos sus pasos casi milimétricamente. Ya está, ya fue, vamos por el presente y anticipemos o no el futuro.

Si tuviera que resumir muy brevemente estos seis meses creo que puedo hacerlo con 6 palabras: Recesión, Hambre, Deuda, COVID-19, Espionaje ilegal, Vicentin. Sin lugar a dudas estos son los 6 temas prioritarios de este período y los 6 tienen sus orígenes en el gobierno anterior.

 

Recesión. A principios de 2018 Caputo vuelve de pasar la gorra entre sus amigos financistas internacionales con la triste noticia de que los muchachos habían entendido que nada de lo que hacía hasta ese momento el Gobierno argentino les aseguraba, ni ligeramente, que iban a recuperar sus acreencias. Todas las medidas adoptadas para facilitar la fuga masiva, serial, eran inútiles para generar riqueza. Esto lo sabe hasta el más bobo. Al ver las tasas de interés exorbitantes que se pagaban concluyeron que enfrente estaba negociando alguien que jugaba a la ruleta rusa con una automática cargada.

 

Habían hecho lo que les correspondía hacer, llevársela toda. Solo un ejemplo. Entre 2016 y principios de 2017 un fondo de inversiones chileno desplazó parte de su capital a la Argentina de Macri.  

(https://elpais.com/economia/2017/06/22/actualidad/1498146971_114448.html).

 

 Una jefa de cuentas se percató que existía, como cada vez que le toca gobernar a la derecha vernácula, una gran oportunidad. Ese fondo ganó más de 40% en ese año, en dólares, y la jefa de inversión se llevó el premio a la mejor inversora chilena del año. Por supuesto, en 2017 se retiraron con las utilidades al Pacífico.

(https://santanderassetmanagement.cl/premio-morningstar-2017-mejor-administradora-de-renta-variable/)

 

Llegó el Fondo Monetario, un clásico. El resto lo sabemos no los voy a aburrir. La política de austeridad implicó recesión y por más que le adjudicaran las culpas a cualquiera, porque la derecha nunca es responsable de sus propios actos, fueron sus decisiones las que nos pusieron en un tobogán en caída libre, donde caía la producción, caía el empleo, caía el valor del dinero en fin, caíamos todos. Menos ellos.

 

Hambre. El primer plan del Gobierno de Alberto Fernández fue el de lucha contra el hambre. Incluso antes de asumir comenzó a trabajar en la coordinación de actores que apoyaran esta “batalla moral” nacional. Evitar que haya hambre en el “granero del mundo”. Porque al dejar el poder Mauricio Macri, dejó a la mitad de los niños del país con hambre y la recesión anticipaba muchos más afectados. En enero de 2020 el problema más acuciante fue combatir el hambre, porque la pobreza vendría después, para la pobreza había que combatir la recesión y otras cosas que ya veremos. Existió una herencia del hambre. Y sigue existiendo, pero ahora existe un plan.

 

Deuda. Tengo la tentación de no poner nada. Es tan alevoso lo actuado por Mauricio y sus secuaces que cualquier cosa que yo escriba suaviza los recuerdos del pasado y atenúa la perspectiva del futuro para los argentinos. Es la primera vez en la historia que un gobierno entra en default sobre su propia deuda. Y en solo 2, si dos, años. Ahora negociar con los Fondos Buitres que Macri “cebó” al haber pagado sin chistar lo que le pedían, más intereses, costas y cosas que no sabremos nunca, dejó un frente externo salvaje. Porque a no olvidarse, en esos años de lucha contra Singer y otros carroñeros, la peleamos entre todos. Esto fue como la Guerra con el Brasil, la ganamos en Ituzaingó, pero los traidores la perdieron acá. Y son casi los mismos.

 

COVID-19. ¡Eh No! No les vas a echar la culpa de esto también a Mau.

No podría acusarlo de la creación o la dispersión del virus. Creo que está muy por sobre sus posibilidades. Pero les pido que sigamos juntos el siguiente recorrido.

El único antídoto que existe contra el COVID-19  es no contagiarse guardando cuarentena. Si no hay cuarentena hay contagio. El virus es altamente letal. Es decir, comparado con una gripe normal, donde los pulmones se ven afectados, pero no tanto, esta es terrible. A esta altura ya sabemos que si alguien tiene algunas enfermedades “extras” su riesgo es mayor y a veces mucho mayor. En general las personas que se mueren son mayores con enfermedades preexistentes, pero no solo ellas. Hay muchas personas que si se contagiaran podrían ir al hospital o la clínica y sobrellevar la infección, siempre que logren ingresar a terapia. Entonces puede suceder que se comiencen a morir los que no tenían por qué morirse, pero no dispusieron de servicios para ser atendidos. Esto paso en España, Italia, Ecuador, Chile, Bolivia, etc.

 

Yo recuerdo claramente a la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires explicando (https://www.infobae.com/politica/2017/10/14/maria-eugenia-vidal-no-voy-a-abrir-hospitales-nuevos-porque-es-una-estafa-a-la-gente/) que no iba a abrir nuevos hospitales y antes de que el COVID-19 nos impactara, algunos medios mostraban los edificios terminados de hospitales sin inaugurar por caprichos, porque la plata la habían solicitado ampliamente.

 

Entonces, cada vez que aparecen los gobernantes hoy nos aclaran que este tiempo de cuarentena ha servido para recuperar y ampliar la instalación hospitalaria, cosa que podría haberse evitado, al menos en cierta medida, si Maru no hubiera tenido tanta miopía política y tanto desprecio por lo público. Así que no el COVID-19 no, pero parte de sus consecuencias también son originadas en ese nefasto gobierno.

 

Espionaje ilegal. Ya con D’Alessio la cosa se había puesto complicada para el Gobierno macrista. Sobre todo para Patricia Bullrich, quien piloteaba esa “task force” de 4 de copas. Porque quien lo viera por televisión fanfarroneando sobre sus dotes de 007 entendía que no llegaba al Super Agente 86.

 

Lo que sí mostró fue el perfil de nuestros “solapas”. Y el perfil de este grupo corresponde al de sus jefes. El cuarteto D’Alessio, Bonadío, Montenegro y Stornelli espiaban para extorsionar, no para saber. Nunca para evitar un crimen. Y las denuncias en la justicia explican esto por si solas.

 

Pero ahora la cosa se puso punto caramelo. Los espías del nuevo esquema son orgánicos y obedecían, según sus propios dichos a la cúpula de la AFI. Es decir que recibían una orientación y ellos pasaban a la etapa de reunión de la información. La transmitían a Martinengo en la Rosada, supongo que para organizarla, recién ahora, como información de Inteligencia elevarla a los jefes, es decir a la Presidencia, para generar las orientaciones pertinentes.

 

Una muy importante parte de la información reunida es de índole personal, con quien se acuesta quien, a donde veranea tal otro y con quien, con quien se reunió uno cualquiera, Larreta por decir un ejemplo, en fin esta información no hace al destino estratégico de la Nación hace a disponer de capacidad de extorsión, doblegar la capacidad de ser independientes del poder político y diría sobre todo, del Poder Judicial.

 

La inteligencia argentina operó siempre, o al menos desde hace muchos años, bajo este criterio, espiar para extorsionar. (Si ya sé, en algún momento para “desaparecer”, pero esta es otra triste historia)

 

Vicentin. Esta crisis es un producto 100% macrista.

 

La empresa produjo récord de exportaciones para 2018, ganando 30.000 millones de pesos y dos años más tarde presenta a convocatoria de acreedores. Macri recibió un país desendeudado, como explicó didácticamente Dujovne, y entró en convocatoria o salvataje del FMI dos años más tarde.

 

Lo cierto es que el macrismo le prestó cientos de millones de dólares, que no teníamos, a una empresa a punto de quebrar y le modificó arbitrariamente la calificación crediticia negativa para poder justificar la operatoria. Estoy convencido que el objetivo de los directivos de la empresa es evadir sus responsabilidades a través del concurso, por eso han escondido su patrimonio en cuentas off shore, han contrabandeado, ¿les suena conocida la práctica?, comprado grano en Paraguay que nunca debe haber venido y todo con la anuencia de un Gobierno de CEOs. Tal vez sea porque es lo que saben hacer.

 

Así, en esta breve secuencia resumo los 6 tópicos importantes, que han acaparado los titulares de estos meses, con escándalos y acusaciones cruzadas, pero que al menos para mí han sido originados en el gobierno macrista.

 

Ahora y para ir cerrando me quiero centrar en las respuestas.

 

Recesión. La respuesta tiene varios componentes, donde uno fue el de bajar las tasas de interés. Variable sin la cual invertir en producción se hace inadmisible. El resto estaba esperando algún tipo de acuerdo por la Deuda para ser desplegado. El tren a toda máquina del gobierno anterior nos obliga a poner serenidad en el cambio que se va a venir.

 

Para el hambre este Gobierno elaboró un Plan concreto y comenzó a instrumentarlo.

Deuda. El Ministro Guzmán y el Presidente Fernández construyeron un entramado de apoyo político que fue desde el propio FMI a las principales potencias mundiales para presentar algo simple, vamos a pagar lo que se pueda, sin el hambre de los argentinos. No está fácil, pero se avanza sin bajarse los “lienzos” por el momento.

 

COVID-19. La revista Times ubicó a la Argentina como una de las naciones que mejor enfrentó a la pandemia. Los datos hablan solos y es un proceso muy triste, porque implicara más muertes. Pero la respuesta fue la construcción de miles de camas para algo que puede llegar y probablemente llegue.

 

Espionaje ilegal. La respuesta es de una firmeza enorme. Desde el discurso ante la Legislatura, donde se habló de terminar con los “Sótanos de la Democracia” hasta las denuncias a todos los involucrados, la eliminación de los gastos reservados, etc. La terminación de estos sistemas extorsivos hará de la Argentina un país mejor. Faltaran muchas cosas, eso es seguro.

 

Vicentin. Se está intentando que el tendal de “clavados” que deja la empresa no lo sean. Sobrevivan. La propuesta de intervención-expropiación, más allá de las interpretaciones maliciosas, aparece como una respuesta a una crisis empresaria que no generó este gobierno. Perdón, se trata de algo que hicieron prolijamente, paso a paso, la construcción de una crisis financiera guionada, que se quiere resolver sin pagar los costos totales. Están proponiendo alternativas y al menos, para los casi 20 mil damnificados directos e indirectos, es un alivio. Alguien se está ocupando.

 

Solo 6 temas han ocupado prioritariamente a la prensa en estos 6 meses y todos son rémoras del pasado reciente. Esperemos que los próximos 6 temas sean los de la construcción de una Nación independiente.