El Gobierno Provincial de Salta anunció recientemente la pronta implementación de un Programa de entrega de 10 mil lotes, se supone con destino social.

La duración de este programa es de 4 años, por lo tanto podemos imaginar que se destinarán 2500 por año para satisfacer una necesidad habitacional bastante más importante.

 

Lo paso entonces en limpio. El Gobernador nos avisa que durante su gestión de Gobierno 2019-2023 el aportará un lote a 10 mil familias salteñas para resolver su problema habitacional.

 

La primer pregunta que tenemos que hacernos es muy simple ¿Alcanza?

 

Pero vamos de a poco. Hace unas semanas la provincia se vio sorprendida por la toma en simultáneo de varios terrenos, principalmente en la capital y aledaños.

 

Nuevamente Parque la Vega, esos terrenos que ya habían sido noticia porque implicaron la cárcel para algunos funcionarios del gobierno anterior, fueron nuevamente ocupados por cientos de familias. La policía reaccionó, la cosa se puso dura, por la noche las corridas sembraron el pánico y se llegó a un acuerdo inestable y dudoso, como casi siempre.

 

Lo cierto es que la pobreza creciente en nuestra familia empuja a las familias a buscar un lugar, cualquier lugar, para asentar su colchón bajo un plástico. La pobreza no cayó del cielo. No es el producto de la vagancia de los pobres. La falta de actividad económica en la provincia es el resultado de políticas públicas concretas. Inútiles.

 

Salta tiene todo por ser construido, desde alcantarillas y cloacas hasta autopistas, hospitales o escuelas. Puedo imaginar ciudades construyéndose para mejorar la demografía de la provincia.

 

Las tres cuartas partes de la provincia solo se comunica por caminos intransitables y los trenes del famoso Plan Belgrano avanzaron tanto como los pertrechos que el famoso General solicitaba a Buenos Aires para la Independencia.

 

Independencia, ¡Qué palabra!

 

Se calcula que el déficit habitacional de la Provincia de Salta supera largamente las 60 mil viviendas y el Gobernador propone entregar la sexta parte, ¡No de viviendas! DE LOTES.

 

Pero el juego perverso de la pobre propuesta es que no está proponiendo lotes, está doblegando voluntades, amenazando a los pobres. El Decreto dice que “si tomás un terreno no tendrás tu lote. No te lo voy a dar. Que te quede claro.”

 

Bajo la carpa que hace de vivienda la familia se mira y se pregunta: “Y ahora, ¿A dónde vamos?”. Ven, esa familia en condición precaria, dista mucho de lograr su independencia. Belgrano seguirá su combate desde lo eterno.