Tuve un sueño

Abro los ojos y Don Corleone me da U$S S45 MM. (MM=mil millones)-

 

Cierro los ojos y el Messi de las finanzas y sus amigos se llevan U$S 45 MM.

 

Abro los ojos; desaparecieron los U$S 45 MM.

 

Cierro los ojos; toc toc a la puerta.

 

Abro los ojos; Don Corleone se aparece pidiendo los U$S 45 MM.

 

Cierro los ojos y meto las manos en los bolsillos buscando encontrar un billete y solo tengo monedas.

 

Abro los ojos, miro la ametralladora que asoma tras la espalda y le pregunto cómo se lo puedo pagar.

 

Resumen apresurado de una cronología que ya conocíamos. Siempre que se cuentan cosas se dejan de lado algunas, a propósito, claro. Ustedes completen.

 

El arreglo. Porque hubo arreglo.

 

Don Corleone quiere cobrar. Aquí se superponen las ideas del que presta y del que toma el préstamo. Para el gobierno anterior el préstamo del FMI fue un éxito, porque con él lograron pagarle a sus empleadores de siempre, la banca internacional. No fue casualidad, no fue un error, no fue un meteorito cayendo sobre la tierra. Lo confesó el ex presidente en sus medias verdades. “Lo usamos para pagarle a los bancos que estaban asustados porque se venía el “kishnerismo” (SIC)”, verdad la primera, mentira la segunda. Había que calmar a los otros Corleones, a los jefes de siempre, los dueños del mundo.

 

Para el FMI también fue un éxito. Ahora dicen que si leemos esos dibujitos que escribimos en las hojas del acuerdo, veremos que no se cumplieron y que el programa fue ineficaz para resolver el problema estructural de la Argentina. Pero a nadie le importaba el texto del acuerdo. Lo que hizo el expresidente es lo que el FMI sabía que iba a hacer antes de darle el préstamo. Para eso se lo daba, ¡qué, ¿no se entiende?!

 

Existe una enorme hipocresía que no mencionamos en las conversaciones. Ambos, FMI y Cambiemos firmaron algo que sabían que no iban a cumplir, pero que había que hacer igual porque había que pagarle a los fondos de especulación, U$S 86 MM. Lo importante es la familia.

 

Ahora el nuevo gobierno se encuentra con la historia de la continuidad jurídica del Estado. La inmunidad jurídica del FMI y sus funcionarios. Y sobre todo con que la plata desapareció y Don Corleone está en la puerta de la Rosada con la “metra” y, si mirás por arriba de su hombro, un Falcon “verde” también, son unos nostálgicos.

 

Tenemos que saber entender que el FMI hizo todo tan bien con Macri, que a Cristine Madeleine Odette Lagarde la nombran Directora del Banco Central Europeo. Pavada de premio.

 

Ahora tenemos que meter un modelo económico-político diferente dentro del acuerdo anterior. Y no entran. Esta crisis es por esta diferencia entre modelos. El liberalismo cierra empresas y cierra estados. La historia lo muestra claramente. Siempre están los que dicen que aquello no fue liberalismo, no se dejen engañar como chicos. Lo fue por donde lo mires. Por ejemplo, a Cambiemos no le interesó producir, ¿o no se acuerdan cuando MM decía que quería que Argentina fuera el “supermercado del mundo”? Lo decía y repetía pero nadie lo oía, nunca vi un súper fabricando cosas. A Cambiemos le interesaba especular, la guita fácil de la bicicleta sin laburar. ¡Planeros del FMI Bah!

 

Calzar el modelo productivo en el de Cambiemos es como esos juegos de encaje para niños, hay piezas que no entran por más que insistas. No podés salir de un modelo para pasar al otro y este acuerdo funciona como buffer, link, articulador de dos acuerdos. Ojo no digo dos modelos, dos acuerdos. Uno impagable a 3 años con otro impagable a 10 años. En el medio resuelven, FMI+Gobierno, el primero.

 

Este acuerdo, si no se cambia la estructura impositiva y el control de la evasión en sus múltiples formas, como están las cosas parece impagable. El Ejecutivo tiene que detectar, detener y acusar, son tareas importantes, pero el juicio, la sanción y la condena son aún más. La Justicia juega un rol determinante en este esquema, pero ¿lo juega? Por eso también el 1F.

 

Sobre el debate del AJUSTE SI, AJUSTE NO, me parece que nuevamente no consideramos ni lo más básico. Si yo tengo 100 pesos para vivir justito y le tengo que dar a Don Corleone 20 pesitos, me voy a tener que ajustar. El problema se agrava porque los 100 pesos ya no alcanzan hoy. Es lo que reclamamos muchos, muchísimos, aun entendiendo el dilema.

 

Si Don Corleone no pidiera nada, además de la plata, podríamos decir que por dos años y medio no hay ajuste porque cada cuota se refinanciará. Luego si, tendremos que pagar algo así como U$S 5 o 7 MM por año, en lugar de los U$S 20 MM firmados por el irresponsable de Mauricio Macri. Estos U$S 5 MM serán ajuste, provengan de una economía con déficit o con superávit fiscal.

 

Pero lamentablemente sucede que Don Corleone sí tiene intereses en hacer cambios. Nos coloca un tipo al lado del cajero de la Trattoria. Nos pide que usemos menos jabón para lavar los platos, que haya menos mozos atendiendo las mesas y, en fin, así una serie de cambios que algunos sentimos el orgullo herido. La Trattoria anda para el culo, pero es nuestra Trattoria, ¡Qué joder! Pero este orgullo no saltó a las calles para impedir la toma del crédito en su momento. Ahora a llorar a la capilla.

Como sabe que la guita se la entregó a sus amigos y la maniobra está muy mal disimulada, Don Corleone afloja un poco con algunos temas como las reformas de manual: Previsional, laboral y subsidios. Bueno, afloja un poco, no del todo.

 

El tomador del préstamo, es decir el Gobierno, funciona como cualquier tomador, siempre va a ver el vaso medio lleno. Vamos a exportar más, vamos a recaudar más y vamos a pagarle a Don Corleone con el excedente suplementario.

 

Dos reflexiones simples. La primera es que el déficit social es tan grande que sería bueno que de alguna manera comencemos a contabilizarlo en estas ecuaciones. La segunda es que la mayor parte del déficit radica en maniobras fraudulentas manifestadas, denunciadas, hasta confirmadas, en ese mito urbano del PBI que los argentinos tendríamos en el exterior. Si esa fuera la evasión, un 10% sobre ese valor en concepto de impuestos máas punitorios permitiría resolver todos nuestros problemas.

 

Recordemos que Don Corleone cayó por evasión impositiva. Digo.