La derrota de Macri, era tan previsible como su misma política de ajuste y especulación. Estaba cantado que esto sucediera porque el pueblo ya estaba cansado de tanto esperar resultados positivos en lo económico y social. Pero muy pocos pudieron predecir semejante “paliza” electoral que se llevó el oficialismo de la mano del Frente de Todos, con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Con más de 15 puntos de diferencia, el grito de clamor del pueblo golpeó con fuerza en el centro mismo del poder político, económico que sustenta al gobernó de Mauricio Macri.

Con la sumatoria de casi todas las provincias argentina, donde ganó el Frente de Todos, en algunas de ellas con más de 70% de diferencia sobre Cambiemos, es que el pueblo soberano expresó su veredicto en contra de este modelo económico que impuso el oficialismo argentino; y demanda, por ello, un cambio de gobierno y de rumbo a partir de las elecciones generales del 27 de octubre próximo.

 

El pueblo, a partir del 2015, le había dado su voto de confianza a Mauricio Macri, esperanzado en que se iba a producir un cambio, esperanzador y positivo para una etapa de crecimiento mayor, teniendo en cuentas las bases de sustentabilidad económica que le dejaba el gobierno de Cristina Kirchner. Sin embargo, a medida que pasaban los meses, el pueblo fue viendo que sus promesas de POBREZA CERO, NO IMPUESTO A LAS ACTIVIDADES ECONOMICAS A LOS TRABAJADORES, crecimiento de la actividad industrial y de las exportaciones, entre toras cosas, se estaban cumpliendo.

 

El pueblo veía, con paciencia, como poco a poco sus sueños de una mejor calidad de vida se iban desvaneciendo. El brutal aumento de tarifas, el  cierre de pequeñas y grandes fábricas, el aumento del desempleo, el ajuste en salarios y el brutal recorte en educación, en ciencias y la investigación. El despojo sin anestesia a nuestros jubilados, fue llenado el vaso de la paciencia del pueblo que esta vez, dijo basta de etas políticas de concentración económica en manos de unos pocos, en desmedro del hambre  de millones de hogares argentinos que sufrían el aumento de la pobreza.

 

El pueblo habló, y cómo.  En una votación histórica, por el alto porcentaje de votantes en una PASO, el soberano fue a dar su voto a una propuesta nueva de cambio. Porque el poder político de turno, no supo escuchar de sus demandas; de sus necesidades y su desesperación por sobrevivir ante una política de permanente y brutal ajuste, que demandaban los especuladores de la timba financiera y el ordenamiento de un FMI, a quien entrego la soberanía nacional el gobierno de Mauricio Macri.

 

Con esta última elección primaria, el pueblo pulverizó los sueños reeleccionista del Presidente, como para ponerle fin por demolición y contundentemente, este gobierno de saqueadores, que en complicidad con los grandes grupos económicos, nacionales y extranjeros, quieren un tiempo más en el poder para terminar de desguazar la riqueza y el patrimonio de nuestro país.

 

Ante la política de gobierno y sus socios (los ceos como Aranguren, Dietrich, Quintana, Caputto, entre otros) que comenzaron “…reventando tarifas de servicios públicos, no escuchaban; destruía la vida cotidiana de miles de argentinos, los sometía a tasas usurarias, los despedía de los empleos, dejaba a los jubilados sin remedios mientras recortaba sus ingresos. Expulsaba a los jóvenes de la posibilidad de estudiar y trabajar, los arrancaba de la escuela y el pan de cada día. Durán Barba les había servido para ascender, trepar al gobierno y atrapar sus recursos, nunca para sostener. “No hay tiento que no se corte/ ni tiempo que no se acabe”, dice el Martín Fierro, al que no consulta el ecuatoriano que admira a Hitler. Y aquí se cortó el tiento, se acabó un tiempo histórico y se dio vuelta la taba.

 

Los resultados de las PASO, este domingo, fue el llamado del pueblo que exige que se lo escuche y que no da más, para seguir un resultado negativo a todos sus esfuerzos, de hambre, incertidumbre y humillación como pueblo.

 

De nada sirvieron los mensajes oscuros de la prensa concentrada que operaron para el gobierno de Macri.  De nada sirvieron los bombardeos de propagandas engañosas del gobierno oficialista. En silencio; y contrariamente a lo que pronosticaron las encuestadoras (que otra vez volvieron a errar), el pueblo le dios un escarmiento a los que, a sus espaldas, negociaron la entrega del país, sumergiendo a millones de nuevos argentinos en la pobreza y la miseria.

 

Este régimen ajustador y explotador de una política para el beneficio de unos pocos, sintieron el peso del enojo de un pueblo que hizo valer su dignidad, a través del voto positivo hacia una nueva oportunidad de inclusión y crecimiento, en un sentido de equidad para todos los argentinos.

 

El pueblo despertó para caminar rumbo a una nueva Argentina… una nueva era histórica

 

Deseamos que los que recibieron el contundente apoyo de la inmensa de los argentinos, sepan ser consecuentes con la responsabilidad que les encomienda, de ahora en más el pueblo argentino.