El próximo cambio de gobierno, el retorno a una mirada peronista de la política, es la gran esperanza que tienen los trabajadores de la Argentina. Por supuesto que no solo los trabajadores ya que jubilados, pensionados, empresarios de todos los sectores, etc. nunca estuvieron mejor que con el peronismo al gobierno, con políticas peronistas, es decir, industrialistas y comerciales.

Todos los esfuerzos deben coincidir en un gran objetivo, reducir sustancialmente la tasa de interés. La tasa se usa para activar o frenar la economía, retirando pesos del mercado. Pero en la Argentina de Macri se la usa para evitar que vayan al dólar y éste suba.

 

Alberto Fernández, va a renegociar la Deuda Pública internacional y lo que más conviene es que se adopte lo que se hizo con Uruguay, mantener todos los montos estirando los plazos de pago. Si el Gobierno no necesita ir a buscar dólares al mercado para pagar la deuda, entonces la presión sobre el mismo no es tan alta.

 

El paso simultáneo es liberar plata que hoy las familias gastan en el pago de créditos. Hablan de dos modelos. Uno es hacer lo mismo que con lo anterior, estirar montos y plazos. El segundo, más interesante, es recuperar en las jubilaciones y pensiones lo que perdieron con la nueva fórmula del Gobierno de Macri, asignándolo al pago de los créditos tomados con ANSES. Todo peso que se deja de pagar de deuda va a pagar consumo y esto implica actividad económica. Esto implica trabajo.

 

Por último, deberán existir controles a las importaciones de cosas que nuestros trabajadores producen en la Argentina. Esto no es lo único, pero un trabajo integral debería bajar la tasa de interés impulsando las inversiones productivas, promoviendo el trabajo.