En la jornada de ayer, 8 DE JULIO, la CGT Regional Salta, encabezada por su secretario general, Carlos Rodas en representación del Consejo Directivo, acompañan la asamblea de los trabajadores del INTA, por invitación del gremio APINTA a través de su secretaria general Virginia Navamuel
El Decreto 462/2025, emitido por el gobierno de Javier Milei en las últimas horas, busca una reestructuración y achique del organismo.
En representación de CGT Regional Salta, dirigió unas palabras a los compañeros del INTA, la secretaria general de APJESA, prof. Silvana Nogales, dejando en claro el acompañamiento de la Central Obrera con los trabajadores y el compromiso de elevar un documento conjunto con las dos CTA y otros organismos, a la bicameral nacional solicitando el rechazo rotundo del decreto en cuestión.
Uno de los perjuicios más evidentes de este decreto, es la incertidumbre laboral para los miles de trabajadores del INTA. El decreto faculta al Poder Ejecutivo a reordenar el personal, lo que podría derivar en despidos masivos o en la precarización de las condiciones laborales. Esto no solo afecta a quienes dedican su vida a la investigación y el desarrollo agropecuario, sino que también pone en riesgo la continuidad de proyectos y la transmisión de conocimiento.
El INTA es un pilar fundamental para la innovación en el sector agropecuario argentino, generando tecnología, conocimiento y herramientas que benefician a productores de todos los tamaños, desde pequeños agricultores hasta grandes empresas. El achique o desfinanciamiento del organismo limitaría su capacidad para llevar adelante proyectos de investigación cruciales para la soberanía alimentaria, la adaptación al cambio climático, la mejora de la producción y la sostenibilidad del sector.
Además, el decreto afecta la descentralización y el alcance territorial del INTA.
Históricamente, el INTA ha tenido una presencia fuerte en todo el territorio nacional a través de sus estaciones experimentales y centros de investigación. Cualquier reestructuración que implique el cierre o la reducción de estas unidades podría dejar a regiones enteras sin el apoyo técnico y científico que el INTA brinda, perjudicando especialmente a las economías regionales y a los pequeños productores que dependen de su asistencia.
Los trabajadores del INTA acumulan años de experiencia y conocimiento especializado. La salida de personal calificado, ya sea por despidos o por la desmotivación generada por la incertidumbre, implicaría una fuga de capital humano invaluable para el país.
La disminución de la inversión en innovación y desarrollo tecnológico tendrá un impacto negativo a largo plazo en la competitividad del sector agropecuario argentino a nivel internacional. El INTA es un motor de desarrollo que contribuye a que Argentina sea una potencia agroalimentaria.
Reducir su capacidad de acción atenta directamente contra el pueblo argentino