Roque Garzón un salteño que comenzó de muy jovencito a transitar por las calles de Salta, como cadete… El mismo lo dice, “apenas tengo 3 año de secundaria”. Pero ello no fue obstáculo para comenzar a descubrir los distintos caminos que le fue mostrando la vida, cual oportunidades que los desafiaban a abrazar su verdadera vocación de servicio para con sus compañeros trabajadores.
Sus padres le habían dicho que si no quería seguir estudiando, no tenía otra que salir a trabajar. Y eso hizo. Tomó esa determinación y a sabiendas que él estaba llamando a ser cosas importantes en su vida. Y su sueño era construir su propio espacio de trabajo solidario, abrazando de lleno su vocación gremial; para dar a muchos trabajadores los beneficios y oportunidades que él no tuvo. Y sabía que no había otra forma de alcanzarlo sino era comprometiéndose en la lucha solidaria por conseguir derechos y metas de trabajos y salarios dignos.
Y para hacerlo eligió trabajar en ello, en el rubro de farmacia, cosechando adhesiones y amistades que le permitieron alcanzar, primero, ser parte de la dirigencia gremial del Sindicato de Trabajadores de Farmacia. Y desde ese lugar, comenzó su lucha por alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades para todos los compañeros del sector, con la utopía, por entonces, de hacer que la FEDERACIÓN, sea más que fuerte unitariamente en sus políticas y acciones, sino fortalecer su unidad de los trabajadores de farmacias federal y solidariamente.
Y esa idea se fue encubando participando en los distintos congresos nacionales de la FATFA, (Federación de Trabajadores de Farmacias de Argentina), sobre todo comenzando a dar los primeros pasos, en ese sentido, cuando tuvo la responsabilidad de ser vocal de la misma y luego titular del área de la seguridad social y turismo de la Federación.
Desde esa responsabilidad dirigencial, y el contacto directo con las distintas seccionales del país, tuvo una visión más amplia que comenzó a tomar cuerpo de acción cuando, acompañados por varios compañeros del interior, pudo acceder a la titularidad de la FATFA, en un congreso nacional de Delegados en Entre Ríos en el año 2004.
Como bien lo decía Garzón, para algunos fue el punto de llegada…. Para mí fue lo contrario: fue el punto de partida para muchos sueños que fuimos compartiendo, a lo largo de los años de militancia gremial, con muchos compañeros.
No vamos a enumerar las acciones y políticas concretadas a lo largos de los 17 años que él estuvo al frente de la FATFA. Solo vamos a decir que supo darle un rol y un espacio preponderante, a los trabajadores de farmacia. Abrió las puertas de los Sindicatos y la Federación a la capacitación para afrontar con éxitos los nuevos desafíos laborales. Dio muestra de una mayor federalización de la entidad gremial dándoles mayor participación en las decisiones más importantes para la entidad y sus trabajadores. La Federación tuvo una mayor participación, en la Comisión Directiva, los dirigentes de las seccionales del interior.
Y además, ejerció la autoridad que le otorgaran los Delegados Congresales, y demás compañeros trabajadores de Farmacia, con la fuerza del diálogo, para poder alcanzar los beneficios que hacen a la calidad laboral y salarial de todos los trabajadores de farmacia de país. Y la capacitación fue una de las principales herramientas para lograr las transformaciones que el sector necesitaba. Y para poder discutir, en un plano de igualdad con el sector empresarial.
Hoy, al final de un ciclo de su vida; acogiéndose al beneficio de la jubilación, da un paso al costado, para tomar otros rumbos en su vida que seguramente nuevos desafíos lo estarán esperando.
Y la gran satisfacción que hoy tiene, es que el último congreso nacional de Delegados de FATFA, se lleva a cabo en su propia tierra natal. Donde nació, creció y comenzó a forjar sus sueños que luego pudo concretar, muchos de ellos, en favor de los Trabajadores de Farmacia. Sueños que muchas veces se vieron flaqueados, por los sentimientos encontrados entre estar con su familia o seguir asumiendo el compromiso de representar a muchos compañeros que no tenían voz.
Roque Garzón, seguros que buscarás nuevos horizontes, pero con certeza que tendrán que ver con seguir, desde el llano, en la lucha por ayudar solidariamente a tus compañeros trabajadores.
Compañeros, de todas partes del país que supieron de tu generosidad, te van a extrañar a partir de ahora; sobre todo porque supiste dar algo que, hoy día no sobra pero que, felizmente aún persiste, que es la SOLIDARIDAD y COMPROMISO SOCIAL Y LABORAL con los trabajadores.
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