Los nuevos secretarios generales de la CGT abren la puerta al debate tripartito por la reforma laboral, pero rechazan cualquier flexibilización regresiva y alertan que saldrán a la calle si no los escuchan.

Los flamantes secretarios generales de la CGT, Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Argüello, marcaron este jueves los primeros lineamientos de la central obrera de cara al debate por la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. Los dirigentes combinaron gestos de apertura al diálogo con advertencias explícitas contra imposiciones unilaterales y retrocesos en derechos laborales.

 

«Esperemos tener diálogo con el Gobierno. El presidente se mostró dialoguista después de las elecciones, si eso lo sigue repitiendo en otros ámbitos nosotros como siempre esos espacios no los vamos a rechazar», expresó Sola. Sin embargo, aclaró: «No vamos a rechazar esos espacios ni vamos a rechazar estar en la calle si siguen adelante sin escucharnos«.

 

Reforma laboral: Modernización a través de los convenios colectivos

 

Sobre la reforma, Sola fue tajante al referirse a los borradores de reforma laboral filtrados: «Todo lo que implique replicar la mirada que tenían desde el Decreto 70/23 ya lo hemos expresado hace 15 días, lo vamos a rechazar «. Y enfatizó: «Creemos que el ámbito de modernización son los convenios colectivos, y quienes más saben de esto son los empleadores y los trabajadores».

 

«No hay una ley que pueda atravesar a todas las actividades del mismo modo», señaló el dirigente del Seguro, y amplió: «En la creencia y el perjuicio de creer que la ultraactividad ha mantenido los convenios del año 75 es una equivocación de no conocer cómo se han modificado cado uno de los convenios. Todas las actividades se han modificado y algunas inclusive con criterio creativo y se han anticipado a algunas cosas».

Cristian Jerónimo reforzó la postura: «Nosotros no le tenemos miedo a las discusiones ni a los debates. Ahora, a lo que no estamos dispuestos es que nos impongan las cosas «. El dirigente advirtió: «No vamos a tolerar que nos vengan con una reforma que en realidad es una flexibilización regresiva con quita de derechos». Y sentenció: «En el mundo la discusión de las 8 horas ya está saldada, nadie piensa en trabajar 12 horas».

 

Argüello, por su parte, asumió con un tono combativo: «Unidad de los trabajadores y al que no le guste se jode». Reconoció que «es una tarea muy difícil, muy complicada», pero arengó: «Unidos somos fuertes, pero organizados vamos a ser invencibles». Prometió defender los derechos «hasta las últimas consecuencias y donde corresponda», ya sea en la legislativa, la justicia o la calle «como siempre lo hemos hecho».

 

Pedido de diálogo al Gobierno y el deseo de una CGT unificada y federal

 

Ambos coincidieron en la necesidad de un Estado «presente, inteligente y eficaz» en la mesa de negociación junto a empleadores y trabajadores. Sola lamentó la falta de contacto: «No tenemos diálogo hasta ahora, el diálogo fue escaso y necesitamos los espacios para la construcción y la solución de los problemas».

 

En clave económica, Jerónimo señaló que «el miedo hoy de los empresarios es no perder sus empresas» y priorizó «que no cierren empresas», aunque aclaró que la CGT mantiene «tres ejes vertebrales que son producción, desarrollo y trabajo». Sola, por su parte, deseó «las mejor de las suertes» al nuevo jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y remarcó: «Queremos una Argentina que crezca, la libertad no significa excluir la justicia social».

 

Los dirigentes también proyectaron una CGT unificada y federal. «Las puertas de la CGT están abiertas, viene un proceso difícil y tenemos que estar todos unidos», afirmó Jerónimo, extendiendo la convocatoria a los gremios que se apartaron del Congreso de Obras. Sola completó: «Siempre tenemos los brazos abiertos, la CGT va a acobijar a todos y cada uno de los gremios».

  Gentileza Mundo Gremial