Se festeja desde 1974 se festeja el Día del Nutricionista en honor al médico argentino Pedro Escudero, que nació un 11 de agosto. Este médico fue quien fundara la actual Sociedad Argentina de Nutrición, siendo esta disciplina la ciencia que estudia los procesos fisiológicos y metabólicos que, tras la ingesta de los alimentos, ocurren en el organismo; constituyéndose en uno de los pilares de la salud y el desarrollo de la comunidad.

En la década del 30 el Dr. Escudero creó la carrera de esa especialidad en el país, al fundar el Instituto Municipal de la Nutrición (actual Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires) y la Escuela de Dietistas. Sus lineamientos sirvieron para el desarrollo de planes similares a lo largo del continente.

 

Según los especialistas, la nutrición consiste en la reincorporación y transformación de materia y energía de los organismos para que puedan llevar a cabo los tres procesos fundamentales:

 

  • La alimentación, metabolismo, excreción.

 

En personas de todas las edades, mantener una mejor nutrición permite reforzar el sistema inmunitario, contraer menos enfermedades y gozar de una salud más robusta. Principalmente, la nutrición atiende aquellas relacionadas con consumos excesivos que derivan en obesidad o hipertensión y diabetes o enfermedades por carencias como osteoporosis o anemias.

 

Hoy en día uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la población, es la obesidad que, en muchos países se la está considerando una pandemia, ya que cada vez más y más niño sufren esta enfermedad y a edades más tempranas. Y en los adultos se sienten más ya que es una de las principales causales de enfermedades que van afectando no solo la salud de los que la padecen, sino que provoca efectos colaterales que inciden, y mucho, en las relaciones entre personas, la productividad en el trabajo y el cambio de humor de cara a la sociedad sufriendo, muchas veces, la discriminación por no estar dentro de los stándares de belleza exigida por la misma sociedad.

 

Y lo preocupante de esta  enfermedad, es que ya extendiéndose a niños que ya sufren les efectos externos e interno de  la obesidad. Alimentada, como es por todos conocidas, por una mala alimentación y la falta de educación y cultura de hábitos saludables de la alimentación.

 

Es que la nutrición, en general, se la mira como un producto para vender (de hecho se genera a veces un negocio alrededor de “alimentos milagrosos”). Pero poco o nada se educa para, desde la niñez, para crear los hábitos de una alimentación sana.

“Hoy en día, tenés a la comunidad médica, profesional, que trabajan en equipo con psicólogos, etc. para abarcar a la salud desde más aristas, para derivar a otros médicos cuando hace falta” manifestaba Josefina Valenzuela, especialista en Nutrición

 

Sin embargo, es muy común escuchar que los nutricionistas solo están para hacer un tratamiento con dietas  específicas para adelgazar o perder peso. Y por lo general, los que acuden a ello, lo hacen con la sola idea de perder peso, mejorar su estética, o figura corporal, en consonancia con las premisas mediáticas de  una nueva forma de ”cuerpos” delgados, armoniosos y a medida de las nuevas ondas o modas de esta nueva sociedad consumista. Que por otra parte, como contrapartida, hace fuertes inversiones en propagandas para la venta  de productos para nada saludables pero que van generando hábitos de comidas que provocan todo lo contrario de lo que es lo saludable y/o estético.

 

De ahí que las/los  Nutricionistas, son de gran importancia para generar hábitos alimentarios saludables, aportando todas aquellas técnicas que utilizan en los diagnósticos de sus pacientes así como los medios utilizados. Ellos van dando las herramientas para enfrentar los problemas de salud, e ir erradicando  los malos hábitos alimentarios.

 

Pensando en esto, como algo de fundamental importancia para la salud de la población, es que, en base a la experiencia personal de tener que acudir a la ayuda de un profesional nutricionista, para poder armonizar el peso (en un contexto de la alimentación saludable), es que es imprescindible que todos entendamos que la obesidad, y todo lo que ello provoca en los seres humanos a lo largo de toda su vida, es una cuestión de desarrollo de nuevos  hábitos, educándonos desde la niñez.

 

La obesidad, es una enfermedad, es CRONICA Y NO TRANSMISIBLE; y es importante que lo entendamos así. Por nosotros  y nuestros hijos. Y es por eso que pensando en el futuro de nuestra sociedad, no podemos esperar que nos enfermemos, muchas veces con graves consecuencias personales y sociales y laborales. De ahí que hay muchos profesionales que persisten en la necesidad de implementar un programa de educación formal y persistente, en todos los niveles de educación, en forma obligatoria y dentro de la curricula.

 

Tal vez aún no estamos consciente de las consecuencias que nos trae una mala alimentación. Y quizás nos resistimos aceptar que la obesidad sea una enfermedad que necesita tratamiento, como nos lo indican los  profesionales de salud para otras enfermedades. Y por ahí  creemos que con seguir las recetas mágicas para  adelgazar, vamos a solucionar el problema.

 

La experiencia nos está diciendo que la obesidad o el sobre peso, se combate con un plan persistente y con mucha constancias, que nos ayude a adquirir los hábitos saludables en materia de alimentación.

 

Y cambiar los hábitos significa, primero, reconocer que tenemos una enfermedad, en el caso que así sea. Pero lo más importante, pensando en el futuro, es que desde muy pequeños nos eduquemos en los hábitos saludables.

 

En el caso particular de nuestra provincia de Salta, la Obra Social Provincial (IPSS), hay un programa específico para atender esta enfermedad. Y lo celebramos. Pero lo importante en este caso es la prevención, y esto solo se logra con una educación permanente y sistemática a nivel de la enseñanza obligatoria.

 

Está bien que haya programas, como el de IPSS; o leyes que fomenten la alimentación saludable. Pero no es suficiente, insisto, en que se concrete estas buenas intenciones al largo plazo dentro del sistema educativo formal.

 

Es importante conocer que comer en calma, sentado en una mesa y, si es posible, acompañado, no solo es importante sino que nos da placer, que juega un papel muy fuerte en la alimentación

 

La alimentación debe ser variada y suficiente en cantidad, armónica en la proporción de su aporte en macro y micronutrientes y adecuada, contemplando variables personales, tanto biológicas como psicosociales y culturales. Por eso, las dietas recomendadas por conocidos, no profesionales o prestablecidas, sin considerar la ingesta y estado de salud, no son seguras, ya que no son personalizadas, ni están validadas por un profesional experto en Nutrición”.

 

“Los buenos hábitos de alimentación sana, debe implementarse en acorde a mi cultura, a mis hábitos, a mi historia, a mi edad y a mi actividad física. Y que me aporte lo que necesito cada día”,

 

De ahí que la instrumentación de un programa contra esta enfermedad se debería tomar como una política  de estado.

 

Quién fue Escudero

Pedro Escudero nació un 11 de agosto de 1887 en Buenos Aires y falleció el 23 de enero de 1963. En 1941 fundó la Asociación Argentina de Nutrición y Dietología una asociación civil sin fines de lucro que congrega a profesionales del área con el objeto de mantener, promover, y difundir el conocimiento científico de temas relacionados con la especialidad. Hoy también se la conoce como Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

 

En 1945 se crea, gracias a su impulso, la Cátedra de Cocina Dietoterápica. El aporte clave de Escudero fue su lucha para profesionalizar esta rama de la salud y definirla como una carrera profesional con preparación universitaria que ayudara la labor de los médicos. De hecho, las escuelas fundadas por Escudero trascendieron los límites de Argentina y llegaron a estudiantes de Latinoamérica, consignó el portal FiloNews.

 

Gracias a su enorme trabajo se empezó a pensar a la carrera de nutrición como una profesión bien definida, de modo que los profesionales ya no actúen sólo como parte del equipo médico sino que también lo pudieran hacer de manera independiente. Esta nueva concepción promovió la creación de la Licenciatura en Nutrición.