El Centro de Economía Política (CEPA) realizó un estudio del primer año del gobierno de Javier Milei en la presidencia que arrojó como resultado que, durante el 2024, se perdieron más de 261.000 puestos de trabajo y el salario real de los asalariados cayó un 3,7%.

El Centro de Economía Política (CEPA) realizó un estudio sobre el primer año de gestión del gobierno de Javier Milei, y sus consecuencias en términos económicos y laborales, que reveló que durante el 2024 se perdieron más de 261.000 puestos de trabajo y el salario real cayó en el orden del 3,7%

 

El trabajo del CEPA remarca que “el Gobierno aplicó un muy fuerte ajuste ortodoxo para ordenar algunas variables macroeconómicas con un costo social elevado. La suba del tipo de cambio, de 118%, conjuntamente con la desregulación de vastos sectores de la economía y el incremento significativo de las tarifas de servicios públicos (luz, agua, gas, transporte), tuvieron un sensible impacto en precios (la inflación alcanzó 25,5% en diciembre, 20,6% en enero y 13,2% en febrero) que, sin ningún tipo de compensación de ingresos ni acuerdo de precios implicó una reducción sensible de los ingresos en términos reales”, explicaron.

 

Si bien el trabajo subraya que las variables macroeconómicas “parecen haber mejorado”, “las dudas se vinculan con el nivel de apreciación cambiario, los dólares acumulados, el impacto en materia económica sobre sectores industriales, entre otras cuestiones”, señalaron.

 

En el apartado sobre empleo, salarios y consumo, el informe remarcó que “la caída de la actividad económica también afectó la cantidad de trabajadores registrados en unidades productivas. Desde noviembre de 2023 hasta agosto de 2024, se perdieron más de 261 mil puestos: de 9.857.173 a 9.596.156 según los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT)”, indicaron.

 

Asimismo, el documento destaca que “desde que asumió Milei hasta agosto, los únicos sectores de la economía que generaron puestos de trabajo son el agro (+9.918), la minería (+754) y la pesca (+586). Pero estuvieron muy lejos de compensar lo sucedido en el resto de los sectores: construcción perdió 66.000 puestos y la industria manufacturera 29.600 puestos”, resaltaron.

 

Con este marco, el informe sostiene que “mientras que los registrados privados lograron recuperar parte de lo de perdido (se ubican 1,5% por debajo del poder adquisitivo de noviembre 2023), los públicos y los no registrados se estancaron, registrando una pérdida a septiembre de 16,1% y 20,1% respectivamente respecto del inicio del gobierno. El promedio ponderado de los salarios medido por el INDEC arroja un descenso del poder de compra de 9,6%”, advirtieron.

 

Si bien el trabajo aclara que el indicador de salarios “no permite medir la pérdida de puestos de trabajo”, al analizar la masa salarial real de los trabajadores registrados privados, “el nivel respecto a noviembre de 2023 exhibe una caída de 3,7%”, precisa el documento.

 

En esa línea, agrega que “si utilizamos la inflación medida con la ENGHo 2017/8, las pérdidas reales de los salarios son mayores: -9,1% el sector privado registrado, -22,5% el público, -27,2% el no registrado, consolidando un índice ponderado de -16,7% respecto a noviembre de 2023”, apunta el informe.

 

Al abordar el fenómeno inflacionario, CEPA puntualizó que “la devaluación inicial del 12 de diciembre fue acompañada de la desregulación de precios de la economía: naftas, prepagas, alimentos, medicamentos. Estas medidas aceleraron significativamente la inflación: 25,5% en diciembre, 20,6% en enero y 13,2% en febrero. Luego del fogonazo, entre mayo y agosto, la inflación se estancó en torno a 4%, piso que logró romperse en septiembre (3,5%) y octubre (2,7%)”, explicaron.

 

En este punto, el Centro destacó dos factores principales en la desaceleración de la suba de precios, “por un lado, la sensible caída del consumo le colocó un techo a los precios no regulados de la economía. La pérdida de poder adquisitivo fue el mayor límite al crecimiento de los precios de los bienes de consumo masivo como los alimentos y productos de cuidado”, afirmaron.

 

El segundo factor relevante para el CEPA fue la variación del tipo de cambio, “en materia cambiaria, el gobierno propuso un esquema rígido de devaluación mensual controlada de 2%, para anclar las expectativas, generando al mismo tiempo una apreciación acelerada del tipo de cambio”, detallaron.

 

A su vez, el informe pone de relieve los cuestionamientos sobre el indicador de precios del INDEC, “la inflación está bien calculada de acuerdo a la metodología vigente, pero el indicador no es representativo del consumo de los argentinos. Esto se debe a que un indicador como el IPC no permite captar cambios sensibles en corto plazo (meses) en las canastas de consumo promedio de la población. Y durante la gestión de Milei, tanto los servicios como el transporte han registrado un salto significativo, muy por encima del resto de los precios”, enfatizaron.

 

En ese sentido, agregaron que “el INDEC realizó una nueva medición en 2017/2018 que muestra un aumento del consumo de servicios como agua, gas, electricidad, comunicaciones y transporte a la vez que una reducción de la importancia de los alimentos. Si se aplicaran estos ponderadores, en el período noviembre 2023 – octubre 2024, la medición mostraría una inflación 8,5% mayor a la acumulada”, manifestó la entidad.

 

Gentileza Mundo Gremial.