A un gran hombre no se lo recuerda con la nostalgia de un pasado que no volverá, a un gran hombre se lo recuerda, trabajando y generando condiciones para aquellos que necesitan de nuestras presencia

Roberto Romero, fue el `primer gobernador de la provincia elegido por el pueblo en democracia después de la dictadura militar de 1976. Y fue el gran promotor de la integración y desarrollo de la región, poniendo a Salta, nuevamente, en el centro geopolítico del norte argentino, con la creación del Pacto de Integración Regional NORTE GRANDE.

 

Nació en la Ciudad Capital de la provincia de Salta el 22 de Octubre de 1927 y murió el 15 de febrero de 1992. Hijo de Juan Bautista Romero y Lucía Fayón. Casado con Vicenta Di Gangi. Tuvo ocho hijos: Juan Carlos, Roberto Eduardo, Lucía Elena, Silvia Gladys, Hilda Lilian, Sonia Alejandra, Marcelo Alejandro y Sergio Romero.

 

Dueño del Diario “El Tribuno” de la Ciudad de Salta, hizo de este medio periodístico uno de los más importantes del país. Mucha de la labor desempeñada por Roberto Romero se encuentra vinculada a la trayectoria de más de cincuenta años de “El Tribuno” y de varias emprendimientos empresarios.

 

Romero fue un empresario pujante y un gobernadordesde1983 hasta 1987, donde se propuso transformar Salta, con emprendimientos estratégicos en el orden cultural, deportivo, agropecuario y urbanístico. Su capacidad para diversificar sus actividades le permitió destacarse en la producción rural, en la minería, en la construcción y en el periodismo. En todos esos rubros exhibió su aptitud para delegar responsabilidades.

 

Su administración, al frente de la gobernación de Salta, se caracterizó por desarrollar en los primeros años trabajos de promoción en el campo social. De esta manera se elaboraron planes de salud que redujeron la mortalidad infantil, junto a proyectos educacionales, que llevaron a los docente a percibir un salario superior al 40 por ciento en relación a la Nación, dice el historiador Walter Bosisio en un libro editado en 1995 por el Centro Editor de América Latina en Buenos Aires.

 

Roberto Romero, le dio un fuerte impulso a la obra pública, siendo uno de los aspectos más importante de su gestión. Más allá de la construcción de viviendas populares, un emblema de su gestión, aún visible, es el Estadio DELMI, construido en tiempo record, y el Teleférico que es hoy uno de los íconos de la atracción turística en nuestra ciudad de Salta.  Claro que entendió que su tarea no puede agotarse en ella.

 

El proyecto turístico, definido con metas realistas y generosas comenzó a posicionar a Salta como uno de los destinos de privilegio en el país. Obras como el Delmi y el teleférico, cuestionadas en su momento, muestran su importancia tres décadas más tarde. El programa sanitario, a través de Atención Primaria de la Salud, la construcción de miles de viviendas y la creación de decenas de establecimientos secundarios y terciarios en toda la provincia, delinearon el perfil social de su proyecto. Con visión de futuro, Romero fue el gran impulsor del Norte Grande, una estrategia regional a la que se sumaron diez provincias con vocación federal.

 

Roberto Romero fue un visionario, de la política. Fue el hombre que supo reconstruir el rol protagónico de Salta, en el contexto de las provincias y el país.

 

Roberto Romero supo ganarse el cariño de su pueblo, por su calidad humana, su gran contracción al trabajo y al espíritu solidario para con los más humildes, a quienes trató de brindarles todas las herramientas y oportunidades, de que disponía el Estado provincial, para sacarlo del estado de marginalidad en que se encontraba, históricamente, la provincia.

 

Nadie puede olvidar el impulso que le dio a la educación, generando nuevos espacios de trabajo, a los nuevos docentes, con la jubilación de los docentes que hayan  cumplido 25 años de servicios de frente a grado.

 

Fue un líder reconocido en el Norte Grande, y también un importante referente político a nivel nacional. 

 

Más aún, siempre en esa línea, en consonancia con los gobernadores del Norte Grande, se llegó a diseñar el proyecto de construcción del gasoducto del Noreste, que llevaría gas natural desde Salta, a las provincia del litoral, incluso al sur de Brasil. Este proyecto tuvo que esperar casi 25 años para que la Nación viera como viable y necesario su construcción.

 

Este año se recuerda el 28 aniversario de la muerte de Roberto Romero. Y podemos decir que nos dejó un legado…el significado del trabajo y de la institucionalidad, no en beneficio propio sino de los salteños.

 

Mañana, entonces, le rendirán homenaje a partir de las 10 hs en el Complejo Editorial de El Tribuno, en Limache