Una foto. Parque San Martín de la ciudad de Mendoza, pleno sol. En ella Luis Rosales, el comunicador político de entonces, Javier Milei y José Luis Espert aparecen sonrientes, casi abrazados.

Luis Rosales es quien le presentó a Fred Machado, el narco transportista, a Espert. Hoy Luis Rosales forma parte del equipo de comunicación de Donald Trump.

 

Machado operó en varias oportunidades con MacAir, de la familia Macri, a quienes les vendió aviones. También participó en la venta del Tango 01 que compró Mauricio para el Gobierno y hoy permanece despiezado en algún hangar.

 

Francisco Oneto es un reconocido abogado penalista. Sus clientes incluyen tanto a Javier Milei como a Fred Machado con su prisión domiciliaria. Es cierto que todo ciudadano tiene derecho a una defensa apropiada, pero dado que Oneto defendía a Machado de la posible extradición y ésta estaba supeditada a la firma de Milei, su otro cliente, hay un claro conflicto de intereses. Era obligación de ambos, el abogado y/o el presidente resolver el conflicto. No lo hicieron.

 

Allá partió Machado con conflicto y todo.

 

Soberanía, te la debo.

 

Regala a las cerealeras más de 1.500 millones de dólares para poder contar con liquidez, pero a los dos días Scott Bessent, secretario del Tesoro de Trump, lo reprende y le pide que anule la medida. Y la anula al toque. La indignación de los productores es total, acá en Argentina y allá en EEUU.

 

Otra foto. En una sala oscura, en una ceremonia apurada, Milei consigue su foto tan preciada con Donald Trump. Javier exhibe su condecoración, un tweet impreso. Un acto vergonzoso y deshonrante. Trump termina diciendo, “bueno, ya está, ya tenés tu papel”, en tono apurado.

 

Por Decreto Milei autoriza el ingreso de tropas extranjeras al territorio nacional, entre ellas las chilenas y las norteamericanas, asociadas a la OTAN, donde están los británicos. (No olvidemos el radar británico en Tolhuin, Tierra del Fuego, autorizado por el gobierno anterior) Se olvidó de su obligación constitucional de someter ese pedido al Congreso. No importa, Trump manda.

 

El Departamento de Estado, equivalente a la Cancillería Argentina, pidió que urgente se autorice la extradición de Machado hacia los EEUU, cosa que resolvieron en 24 hs, entre la Corte Suprema y el Poder Ejecutivo. DESPUES DE HACERLO ESPERAR 4 AÑOS.

 

Caputo y el gabinete económico en EEUU espera, con una gorra de “linyera” en cada mano, que le tiren unos dólares para sobrevivir hasta las elecciones, sin futuro posterior.

 

Y luego está Espert. Lo bajaron de la lista a Diputados Nacionales por la Provincia de Buenos Aires con un llamado telefónico.

 

Con estos antecedentes recientes, hoy estamos esperando que el nuevo embajador norteamericano, David Lamelas, se instale en la Casa Rosada. Y con eso la ocupación final está servida.

 

Y volvemos al principio.

 

Droga. Lavado. Poder. Sometimiento.

 

Mientras tanto, las imágenes de las niñas asesinadas por los narcos circulan por todos los medios, el Gobierno desatiende los barrios olvidados matando de hambre a los pibes y los padres deambulan buscando trabajo, tocando manos en negocios con propietarios aburridos, sin clientes y con deudas.

 

Hay demasiadas coincidencias, demasiados nombres y actividades repetidos.

 

Espert se sometía a Machado, como Caputo a Bessent y Milei a Trump, la misma trama de droga, poder y sometimiento.

 

Y para colmo: Movistar Arena. ¿Quién financia el Movistar de Milei? La Suizo Argentina de las coimas del 3%. (que en realidad eran el 8%)

 

¡Es una cosa de nunca acabar!

 

Pero la vamos a terminar ¡YA!