Los falsos profetas de la Navidad

Estamos transitando los últimos días de este2020. Un año donde la protagonista de los acontecimientos en el mundo sigue siendo, sin dudarlo, el  COVID 19. Y en vísperas de la Noche Buena, previa a lo que es la Navidad, muchos se acuerdan de saludar y mandar besos y abrazos a otros con quienes, durante todo el año, no tuvieron un gesto de cariño, respeto o consideración. Ni siquiera los tuvieron en cuenta... lisa y llanamente los ignoraron y, en ocasiones los dejaron abandonados a pesar de que los vieron tristes, desahuciados y sin esperanzas.

Siempre creí, iluso yo, que la Navidad era un hito en la vida de los hombres y mujeres que invitaban al reconocimiento del otro como persona, de hacer realidad ese mensaje de Belén, que trajo el Niños Jesús de PAZ y AMOR.

 

 Sin embargo vemos como con total hipocresía, algunos (y por suerte son los menos pero si que hacen  mucho ruidos y parecen una legión) salen en las redes sociales hablando de solidaridad, de contribuir con aquellos que no tienen ni un pedazo de pan que compartir en la mesa con sus familias...cuando ellos derrochan comidas que luego tiran en los canastos de basura para que al otro dia pase el basurero y se lleve sus desperdicios que otros lo hubiesen aprovechado de buena manera.

 

Esos mismos que en estos días están en las redes o en los distintos medios, mandando mensajes de felicitaciones por estas Fiestas de la Navidad, son los mismos que hasta hace poco le dieron la espalda a la gente que pedían soluciones por la falta de trabajo, de servicios básicos como el agua, y otras demandas sociales más.

 

Y por otra lado vemos como gente de condiciones muy humildes, saben compartir de lo poco que tienen, el tiempo que pueden dedicar a sus hijos o familiares, para llevar un poco de alegría  a tantos chicos que la única comida que van a tener, entre el 24 y el 25 y tal vez más días, cuando se sienten a la mesa comunitaria para  festejar juntos y solidariamente, con un pedazo de carne, un pan dulce, golosinas que, cual milagroso regalo de otros anónimos y generosos donantes (aunque  suene muy fea esa palabra), hicieron feliz, por un días a tantas familias que si creen en el mensaje Navideño y viven en la esperanza de algún dia poder ser protagonistas de un futuro mejor.

 

Si cada día fuera Navidad... si cada día nace ese Niño Jesús, seguro que nacería la paz en nuestros corazones, haciendo el bien a los  demás.

 

Por eso, no veo la gracia de que algunos, se ufanan de desearles una  FELIZ NAVIDAD, a aquellos a quienes les estuvieron robando sus ilusiones y esperanzas, quitándoles lo poco que  tienen, en su avaricia de tener más, sin importar el daño que le están haciendo a ese OTRO que quizás el único error o mal que hizo fue confiar una y otra vez, en ellos.

No nos convirtamos en los profetas de la desesperanza, de ladrones de esperanzas...seamos consecuentes con el mensaje  de la NAVIDAD, y valoremos al pobre que quiere tener al menos un sueño que compartir.

 

Aquellos que no tienen las manos limpias para estrecharlas con honestidad con el OTRO, mejor que se abrace a la angurria de su desesperación por acumular bienes materiales, a cualquier precio.

 

Ya casi terminamos un año muy difícil, y aunque parezca que  esto es predicar en el desierto, no dejo de creer que este 2020 nos enseñó la lección del mensaje navideño. Hombres y mujeres dieron su tiempo y algunos hasta su vida por el enfermo. Y muchos de los que se mostraron indiferentes ante tanta generosidad, tal vez estarán sentados en su mesa de la abundancia. Pero sepan que todo lo que das luego vuelve.

 

Los falsos profetas de la Navidad, sabrán qué lugar van a tener en la historia de la vida a rendir.